Nieves Álvarez: “Cuando veo modelos jóvenes arrogantes siento lástima y pienso 'qué poco vas a durar'”
La modelo y presentadora de televisión española pasa por Fin de Semana con Cristina para repasar su trayectoria en el mundo de la moda y recordar divertidas anécdotas
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La has visto mil veces en televisión pero seguro que nunca tan de cerca ni tan personal como este fin de semana, y eso es porque Nieves Álvarez, la famosa modelo y presentadora de tv, ha estado en Fin de Semana con Cristina, donde ha reconocido haber tenido “suerte” de haber vivido “la época dorada de la moda” ya que “fueron años únicos”: “Yo ya empecé en la época final de las súper modelos y fue espléndida en creatividad, libertad, glamur... fue inolvidable. De hecho me gustaba más aquella época que la actual porque creo que a veces, con todo lo que tenemos ahora, esa aura de misterio y de imaginarte lo que hacíamos no está, vivimos pegados al móvil y las redes sociales, forman parte del día de hoy, y si quieres estar ahí y comunicar necesitas ser parte del juego, pero sí que antes esa exclusividad y no saberlo todo de tu diseñador era magia. Era inalcanzable para casi todos, hoy en día ya incluso los desfiles se retransmiten enteramente en directo en redes, todo el mundo los puede ver. Creo que a veces no vivimos las cosas ni las apreciamos, es todo a veces demasiado a través de la pantalla”.
Hablamos de 30 años de carrera y ella alardea de sus 48 años, ¿cuál es la clave para aparentar diez años menos? “No sé si es la clave pero nunca perder la pasión por lo que hago y no importarme lo que digan de cliché de 'no puedes hacer eso con esa edad', yo hago lo que quiero y no dejo que nadie me ponga límites, yo no me los pongo, hago lo que me apetece, tanto desfilar en la alta costura, incluso con niñas de16 y 17 años, no me importa para nada, lo vivo y lo disfruto y creo en las cosas hechas con pasión, no he perdido el espíritu de aprender, algo esencial porque las generaciones jóvenes enseñan mucho y aprendo muchísimo de ellos y, aunque lleves 30 años, aprendes y la humildad y el saber escuchar hace que aprendas. Tengo ese espíritu de querer seguir aprendiendo y muy vinculada a una profesión que amo que es la moda”.
Nieves ha mentido muchas veces sobre su edad para poder acceder a certámenes, hasta que un día pedían una mujer de 34 años y ella justo los tenía, entonces se sintió “liberada”: “No es la edad, la edad es algo que marca nuestro carné y el día de nacimiento, pero sobre todo es cómo te sientes y cómo vives la vida”.
Por supuesto no oculta cómo lleva la arrogancia de los jóvenes, ese “lo sé todo”: “Lo afronto con mucha lástima porque pienso 'qué poco vas a durar', creo que la arrogancia no lleva a ningún sitio. Puede que subas los escalones muy rápido pero la leche que te vas a dar vamos a ser olímpica. Esa arrogancia y la mala educación no te lleva a nada y una sonrisa y buena educación te abre muchísimas puertas y por supuesto tienes que hacerte respetar y poner tus ideales, pero sin arrogancia. Es verdad que hoy en día la juventud sabe de todo, mis hijos con 17 años saben el doble de lo que yo sabía con su edad, están mucho más informados y lo dan todo por hecho, que todo es fácil y de que empieza desde arriba, pero eso no puede ser; el factor de la humildad y que alguien te enseña es fundamental, la arrogancia dura poco”.
Su intención era estudiar Periodismo y jugaba con su hermano a ser presentadora: “Le cogía, le sentaba en el sofá y yo me ponía delante de él, hacía que tenía un micrófono y le daba las noticias, presentadora del telediario, todo dramas, y él me decía 'todo lo que cuentas es triste', y yo le decía que el telediario es triste, no hay noticias alegres. Siempre le contaba todas las tragedias, así que cuando empecé mi aventura en televisión fue la primera persona a la que llamé. Normalmente a quien llamo primero si tengo buenas noticias es a mi madre pero en esa ocasión fue a él, y le dije 'voy a presentar las noticias pero tranquilo que van a ser glamurosas'”.
Un momento muy especial para ella fueron las campanadas desde La Palma tras la devastación del volcán, algo que recuerda con lágrimas en los ojos: “Fue un increíble porque, como española, no piensas que vas a hacer Eurovisión y menos las campanadas en Canarias, pero sobre todo la carga emocional gigantesca por estar en el hotel en el que estaban todos los damnificados, todos los que estaban allí era gente o que lo había perdido todo o casi todo y casi sentías que no te podías exaltar demasiado porque era el comienzo de un nuevo año pero tampoco hacer un funeral. Tenía la gran responsabilidad de hacer aquello y fueron unos días muy intensos porque desayunaba, comía y cenaba con la gente y, cuando nos levantábamos por la mañana y veía a la señora de la limpieza decir 'otra vez, todo lleno de ceniza', todas las piscinas vacías y todo destrozado, era muy impactante, fueron unos días muy intensos y bonitos, me llenó enormemente”.
En cuanto a Eurovisión, reconoce que “lo de Chanel me desbordó y tuvieron que quitarme de pantalla porque estaba casi loca, casi lo conseguimos, de hecho lo conseguimos. Me encanta hacer Eurovisión, soy eurofan total”.
La modelo también asegura que lo que le ha llevado a estar 30 años en la profesión es saber “encajar los noes”: “Cuando era muy jovencita fui con mi hermano a París a hacer los cástines. Íbamos en metro a todas partes, con el callejero, y hacíamos 15 al día, volvíamos a casa, llamábamos a la agencia, preguntábamos cuántos nos habían confirmado y nos decían 'ninguno'. Al principio me decía '¿no le gusto a nadie de los que he visto hoy?', y al final aprendí que no era que no gustase sino que a lo mejor era que no representaba los cánones de belleza de ese diseñador, pero seguí luchando. Nunca he soñado con el éxito, soy ambiciosa pero prudente, pero sí que he trabajado mucho para lograrlo, no me rindo fácilmente. Volvía a intentarlo sin parar. Yo nunca me he creído una mujer guapa pero sabía que era fotogénica y tenía algo que creo que es importante en esta profesión: no tengo miedo a transformarme, yo creo imágenes, no busco estar guapísima sino crear arte. Quiero contar historias”.
Y entonces llegamos al momento “Yves Saint Laurent”: “Lo ha significado todo, le debo todo. Le debo todo lo aprendido, lo que sé de mezclas. Vivir esa religión, como yo le llamo, y vivir ese culto de todos los trabajadores era impresionante. Todo el mundo bien vestido, labios rojos... aprendí muchísimo, buscan la perfección y la belleza y no se conforman con cualquier cosa”.
Sí, no le faltan sonrisas y buenas palabras, pero también ha pasado por momentos muy duros, de hecho tiene un libro titulado 'Yo vencí la anorexia', siendo la primera modelo en atreverse a contarlo: “Sí, y quizás porque era una época en la que se hablaba mucho. El canon de belleza era muy distinto y ya se hablaba de la anorexia. Una periodista me preguntó qué me parecía, yo le dije 'no lo puedes publicar pero yo lo he sufrido, te prometo que si un día lo hago público serás la primera'. Y una vez alguien me dijo que no me fiase de un periodista por muy amigo que fuese pero tengo que decir que lo cumplió, lo respetó y, cuando hice público eso porque me pregunté si podría ayudar a otros ya que de ahí se sale aunque se diga que no, lo cumplió”.