“Tenemos que lograr que los jóvenes aprendan del pasado con ETA para que sean mejores”
Iñaki Arteta, fotógrafo, guionista y director de cine, presenta en Fin de Semana con Cristina su nuevo libro Historia de un vasco
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Tras los últimos intentos del Gobierno y de sus socios de blanquear a Bildu, herederos políticos de ETA, y de las manifestaciones para protestar a favor de los presos de la banda terrorista, aún hay gente que no está dispuesta a que lo que hemos pasado para lograr que los asesinos no maten caiga en el olvido y el relato sea el de los terroristas.
Él es Iñaki Arteta, fotógrafo, guionista y director de cine y autor de ‘Historia de un vasco’, libro en el que hace “un ejercicio de memoria para repasar mi vida, este lugar donde nací. Soy un testigo con el impulso de analizar los peores años del terrorismo, desde el nacimiento de ETA hasta hoy, sobre todo los comienzos y cómo se vivió en esta tierra de manera salvaje, con 18-20 años”.
Sobre la memoria y el conocimiento de las nuevas generaciones, Arteta cree que “los que hemos vivido esto hemos tomado actitudes respecto a esto. Hay gente que prefiere no recordar lo que ocurrió y que no vio lo que pasaba. Nosotros solo podemos dar testimonio, que sea verdad y que identifique quién hizo el mal. Ese testigo hay que pasarlo a los jóvenes para que sepan lo que ocurrió y aprendan, cómo una sociedad dejó correr esa bola de horror y se hizo más grande. Después de tantos años estamos asistiendo a un blanqueamiento muy consentido”.
Entonces Iñaki recuerda el 5 enero de 1980: “Es el año más salvaje de ETA en mi pueblo, a 200 metros de donde vivo ahora. Iba a ver a mis abuelos y detrás de la plaza del pueblo, muy cerca de la cabalgata, detrás había un bar en el que cuando pasé por ahí había un tumulto, una ambulancia y habían matado a alguien. La víctima era el dueño de un bar que se identificó con la extrema derecha, el primero de cuatro asesinatos en el pueblo. No sé si era verdad lo de la extrema derecha pero no había derecho. Más de 30 años después, en mi película ‘1980’ entrevisté a la hija de ese señor y me contó los detalles”.
Vivir en el País Vasco y estar mojado de la cultura predominante en aquel momento hizo imposible que Arteta fuera impermeable: “Lo confieso, ideológicamente llegué a coincidir con el nacionalismo porque absorbí una agenda cultural y una forma de vivir. Eso me duró mucho tiempo pero a base de observar finalmente no me gustó, ellos ven el mundo de forma supremacista”.
Iñaki Arteta también recuerda la supuesta represión franquista que, asegura, “no hubo”: “En el País Vasco no se dio, yo viví en una sociedad normal. Cuando murió Franco yo tenía 16 años y la represión comenzó con ETA, ahí sí había víctimas, ahí empieza represión-acción, buscar represión del régimen para justificar la acción. Decir que había represión con Franco es una de las falsedades de la historia que sustenta el nacionalismo y que dijo ETA, por eso generaba el odio a España. Muere Franco y dicen que España sigue igual, los vascos somos distintos y nos merecemos atacar a quien nos oprime, España. Entonces el miedo se apoderó de todo el mundo, sobre todo de los que podrían entrar en ese círculo de ser perseguido coloquialmente o en círculos amistosos. Si no estabas en el nacionalismo mejor estate calladito, esa decisión es uno de los fundamentos de mi libro”.
Sobre la reciente manifestación pro derechos de los presos etarras en la que han llamado ‘fascistas’ a las víctimas de ETA, Arteta asegura que “es dentro de una lógica, repelente, pero entra dentro. Están exhibiendo sin parar mensajes confusos y lo peor es que la gente lo compra. Un día dicen que no, que sienten el dolor, y luego otro día dicen que está justificada. No queda otra que seguir luchando y que los jóvenes sean algo mejor que nosotros, que lo impidan”, finaliza.