La viuda de Paco Umbral recuerda emocionada la relación del escritor con su hijo Pincho: “Muy bonita”
El matrimonio se enfrentó al duro golpe de enterrar a su hijo cuando tenía 6 años, enfermo de leucemia
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Se cumplen 16 años de la muerte del escritor y periodista Francisco Umbral y 'Fin de Semana' ha visitado la casa en la que sigue viviendo rodeada de todos los recuerdos, María España.
Con su viuda recorremos algunos de los episodios más importantes en la vida del escritor como la estrecha y especial relación que tenía con su madre hasta el punto de, como confiesa España “no salir de casa en el año después de su muerte”.
Casi 50 años estuvieron casados Francisco Umbral y María España desde que lo conoció cuando tenía 13 años y trabajaba de botones en un banco. De aquella vez, recuerda su viuda “era alto y guapo, aunque después ya no tan guapo”, sonríe con Cristina.
Un trabajo en una radio de León les llevó a aplazar su boda que, finalmente, se celebró en el año 1959 en un mes de septiembre en Valladolid. Y, desde entonces, España y Umbral han estado juntos hasta el fallecimiento del escritor.
Años más tarde, en 1968 nacía su único hijo: Francisco, al que llamaban Pincho. Un recuerdo que todavía duele a esta madre que perdió a su descendiente cuando tenía 6 años, enfermo de leucemia.
Confiesa que “de su nacimiento no me acuerdo mucho, pero sí de su infancia” y de repente “empezó a ponerse malo y dejó de ir al cole”, que es cuando le diagnostican la enfermedad.
Emocionada, España recuerda la relación que Francisco Umbral mantenía con su hijo Pincho, “Paco no fu nunca tan cariños como lo era con Pincho” relatando que “se entendían muy bien, se escribían, dibujaban cosas juntos y se reían mucho”.
Para la viuda de Umbral esa relación entre padre e hijo era “una cosa muy bonita” de la que se pregunta si existe así en el resto de las familias.
Si la casa sigue tal y como estaba cuando Francisco vivía, sin embargo, con las cosas de su hijo le ocurre todo lo contrario. “Lo tenía todo metido en una maleta porque me impresionaba mucho ver la ropita”, confiesa.
Y, aunque ha dado “cosas a la gente que lo necesitaba” asegura que “todavía hay cosas guardadas”