'Crónicas perplejas': “El pijama es una forma de rebeldía'
Habla Antonio Agredano de pijamas
Madrid - Publicado el
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En esta sección de 'Herrera en COPE', Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus 'Crónicas perplejas'.
Lo doméstico es sagrado. Esa magia que solo sucede dentro de las casas. Llegar cansado, tirar las llaves en la entrada, colgar el abrigo. Suspirar. Y, de repente, sentirse a salvo. Como si la puerta fuera un muro contra las urgencias, contra las decepciones y contra nosotros mismos.
Me descalzo, dejo la ropa en la típica silla que sólo sirve para dejar las cosas, y me pongo el pijama. Cuando más colorido, mejor. Cuanto más calentito, mejor. Que se note la diferencia entre lo exterior y lo interior. El pijama es una forma de rebeldía.
Para mí no hay mayor belleza que una mujer con calcetines de invierno, en pijama de franela de cuadritos, con el pelo recogido y la cara lavada, sentada leyendo en su sofá. Desvestida de toda impostura. Ajena al mundo. Esencial y perfecta.
Eso que llamamos intimidad se construye sobre las cosas sencillas. El olor a café. El pan tostado. Los domingos perezosos. Los niños jugando sobre el parqué. Esos días de pijama y nada que hacer. Ya empezarán mañana las llamadas, las prisas y las frustraciones. Ya empezarán mañana los no sé qué ponerme, las chaquetas en la tintorería o la ropa de abrigo.
Pero hoy nos basta con un pijama. Tumbados en el sofá. Sintiéndonos las personas más afortunadas del universo. A veces, las cosas más importantes, se afrontan sin armadura, sin lujos, sin excesos.
No hay nada más grande que lo pequeño. Y no hay nada más complicado que conseguir la sencillez precisa. La convivencia, por fortuna, siempre se escribe en minúsculas.