'Crónicas perplejas': “La verdadera amistad es un diálogo sin palabras”
Habla Antonio Agredano de la amistad y recuerda a aquellos amigos que dejó por el camino
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En esta sección de ‘Herrera en COPE’, Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus "Crónicas perplejas".
La amistad, la verdadera amistad, es un diálogo sin palabras. Es mirarse y saber exactamente lo que pasa por la cabeza de tu colega. El resto es aguantarse las risas, sobre todo si hay gente delante. La amistad es ser transparentes. Eso, y pedir chupitos cuando hemos decidido irnos por fin a casa.
Un buen amigo no comparte su postre, pero te anima a que te lo pidas tú porque sabe que te has quedado con hambre. Un buen amigo llega tarde, pero tú ya lo sabes y también te retrasas para llegar a la vez. Un buen amigo no te trae un vaso de agua en su casa, te dice “ahí está la cocina”.
Un buen amigo es el que nos ayuda a crecer, el que no pone excusas, el que te coge el teléfono a la primera porque sabe que, si llamas y no mandas un whatsapp, es que algo ha pasado. Un buen amigo te ve recién salido de la peluquería y te dice: “Qué te has hecho, illo. Has pagado tú o te han pagado ellos por ese pelado”.
La vida es caprichosa y a veces no estamos preparados para algunas cosas. En el camino he dejado a unos cuantos amigos a los que quise con el corazón. Los trabajos, las novias, las ciudades, nos alejaron. Pero aprovecho este micrófono para darles las gracias. Por los errores y por los aciertos. Por los adioses y por las bienvenidas. Porque sin ellos yo no sería quien soy. Y espero haber sido parte, aunque fuera minúscula, de lo que ellos son ahora.
Por el cariño de los años, brindemos hoy por la amistad. La pasada, la presente y la futura. Sin rencor, sin dolor y con buen vino. Por lo que fuimos, por lo que somos y por lo que soñamos ser.