Las leyes de 'Crónicas perplejas': "Se prohíbe el uso del claxon nada más ponerse el semáforo en verde"
Habla Antonio Agredano de leyes absurdas y se postula como líder del partido 'PA' y sus ingeniosas medidas
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En esta sección de ‘Herrera en COPE’, Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus‘Crónicas perplejas'.
En Francia está prohibido por ley llamar Napoleón a los cerdos. Por si tenéis la tentación. Es sólo una de las leyes absurdas que aún están vigentes en Europa. Hay más: en Finlandia, si te subes a un taxi, el conductor debe quitar la música, para evitar pagar impuestos por los derechos de autor. Es una buena ley en España, sobre todo cuando suenan canciones de El Sueño de Morfeo o baladas de Scorpions. Qué horror.
En Roma está prohibido comer y beber en la calle. Esta ley sí que me la he saltado varias veces. Y en Tropea, en el sur de Italia, promulgaron una norma que impide a las mujeres “gordas, feas o poco atractivas mostrarse desnudas en la playa”. El ayuntamiento aclaró, y esto es literal, que “las mujeres jóvenes cuya belleza permita glorificar el cuerpo femenino” son las únicas que tienen derecho a mostrarse tal como son en sus costas. Esta ley, en su versión masculina, me la he saltado yo unas cuantas veces en Fuengirola.
En España no se puede conducir en chanclas, una tragedia para los surferos. Pero creo que aún tenemos margen de mejora en nuestras leyes. No sé si me da tiempo ya a presentarme a las elecciones generales e inscribir al PA. Es decir, el Partido de Agredano.
Las ingeniosas leyes que propone Agredano para su partido 'PA'
Pero por si acaso, aquí van algunas de mis medidas en materia legislativa para hacer mejor este país: se prohíbe el chupito de limoncello en los postres. Basta ya de esta imposición italiana que nos obliga a beber esta especie de fairy dulce. Obligatorio el uso de pacharán.
Se prohíbe llamar a tu perro Rocky, Golfo o Jackie. Se prohíbe el uso del claxon nada más ponerse el semáforo en verde. Que bastantes prisas llevamos ya en la vida.
Si no os parecen bien estas, tengo otras: obligatoria una foto real de la cara en el perfil de Instagram. Basta de ojos, de flores o de dibujitos.
En los gimnasios, los que estén verdaderamente fuertes, los tíos buenos, deben tener sus horarios propios. Para no acomplejarnos a los demás.
Prohibido el uso de bermudas más allá de las cinco de la tarde. Quien vaya a cenar en bermudas, ya sea en Madrid o en Isla Canela, será inmediatamente detenido y puesto a disposición judicial. Se prohíbe el uso de chanclas con el fin de evitar ver uñas mejilloneras. Por puro decoro, vaya.
Y, por último, dos medidas importantes: primero, la intervención del mercado para regular el precio del caviar y del Möet & Chandon y hacerlo accesible a todos los hogares.
Y restaurantes públicos, a precios populares, de jamón bueno, gambas de Huelva y vino del que lleva alarma en el cuello de la botella en los supermercados.
Que en mi partido somos populistas, pero de tontos no tenemos ni un pelo.