Los recuerdos de Ángel Expósito de su viaje al Congo hace unos meses: "Se me pone la piel de gallina"
Con motivo del viaje del Papa Francisco a la República Democrática del Congo, el director de 'La Linterna' sigue recordando el viaje a este país
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En el segundo día de la visita del Papa al Congo en el que está celebrando en estos momentos una misa en la capital, Kinshasa, como nos mantiene informados nuestra corresponsal en El Vaticano y enviada especial a este viaje, Eva Fernández. Ángel Expósito sigue recordando aquel viaje que hizo al Congo hace unos meses.
Así, la clave de Ángel Expósito en el ‘El Paseíllo del Tron’ en ‘Herrera en COPE’ son esas “fotos, imágenes, audios y la gente” con las que el director de ‘La Linterna’ se encontró en la República Democrática del Congo. Unos recuerdos de los que confiesa “se me pone la piel de gallina”.
Este miércoles, recupera Expósito tres historias que conoció allí.
La vida en el cementerio
Adele es una misionera congoleña que me cuenta que muy cerca de su casa hay niños, familias enteras que viven en los cementerios.
Relata la misionera que en “allí viven los niños de la calle que han nacido allí, también se casan en el cementerio y dan a luz allí. Es su casa”.
“No te imaginas la imagen”, le dice Ángel a Herrera y le describe la imagen que vio “es un cementerio inmenso, muy cerquita del río Congo. Y ves a los niños en los chamizos, en las chabolas, encima de las lápidas, con los bebés, con treinta y tantos años ya porque llevan ahí desde críos. Es impresionante”.
4.000 niños en FP
Manolo Jiménez es un salesiano, que va oficiar misa con el Papa y me hablaba de su escuela de Formación Profesional en Kinshasa.
“Nos ocupamos de los chavales más pobres, en algunos casos a acogiéndolos porque ya no están con sus familias; y en otros, muchos casos, ofreciéndole posibilidades de formación. Donde estoy yo los alumnos son más de 4000. Y cuando están formados con competencias y con ética podrán salir adelante”, asegura este salesiano.
La ayuda en el pueblo, en especial los musulmanes
“Y termino” dice Expósito, “con la que está cayendo en Europa en España, y con lo que pasa en Algeciras; mira lo que me cuenta el padre Hugo, es claretiano, chileno, lleva treinta y tantos años dirigiendo y siéndolo todo en un orfanato a las afueras de Kinshasa”.
Cuenta el padre que “para mantener a los niños es el pueblo el que te ayuda, te quiere mucho, sobre todo los musulmanes”.
“Es curioso, los musulmanes son los que sostienen el orfanato de niños a las afueras de Kinshasa”, concluye Expósito.