Del Val: “Al campeón Carlos Alcaraz parece que le da lo mismo la tierra batida, la hierba o el cemento molido"
Habla el profesor del emocionante partido del tenista murciano en la final de Wimbledon y del ejemplo de este joven de 20 años
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Luis del Val pone el foco de 'La Imagen del Día' de 'Herrera en COPE' en el triunfo de Carlos Alcaraz en Wimbledon frente a Djokovic:
Me pilló la final de Wimbledon conduciendo por las autovías que dentro de poco serán de pago, tal como Pedro I, El Mentiroso, se comprometió en un documento con la Unión Europea.
Y seguí el partido por la COPE. Por cierto, retransmitir un partido de fútbol por radio es difícil, pero retransmitir el tenis es algo que está reservado a unos pocos excelentes, y felicito a los compañeros encargados, porque me hicieron vivirlo con emoción y angustia.
Como el partido era semi infinito, es decir, tenía principio, pero nadie sabía si tendría fin, aún llegué a casa, a tiempo de contemplar los minutos de gloria de un chico de veinte años, que no ha querido ser influencer, ni youtuber, ni protagonista de series de televisión, ni siquiera médico de familia. Me recuerdo a los veinte años, y crecía mi admiración por este murciano, porque a los veinte años tenía más dudas sobre este mundo de las que albergo ahora, que ya es decir, y mi despiste era tan monumental, como maduro es el juego de este campeón.
Durante la liturgia de la entrega de la Copa, y la sonrisa complacida del Rey de España, que se desplazó para animar al tenista español, me acordé de que Manolo Santana me había contado que la primera vez que había pisado una pista de hierba, creyó que tendría que aprender de nuevo a jugar al tenis, porque la pelota botaba a menos altura, pero se deslizaba mucho más rápida que sobre tierra batida. Por eso, se le daba mejor el Roland Garros que el Wimbledon, que consiguió sólo en una ocasión.
Al campeón Carlos Alcaraz parece que le da lo mismo la tierra batida, la hierba o el cemento molido, y da muestras tranquilizadoras de una madurez que a la mayoría de los chicos de su edad parece serles ajena.
Y es que esto de ganar un campeonato no consiste en un sorteo, en loterías, o en el pinto, pinto, colorito, sino en muchas horas de entrenamiento, renuncias y concentración, en amueblar la cabeza, como les sucede a los grandes investigadores, científicos, y cualquier otra actividad, porque lo casual queda para el interior de los casinos.
Y sin ese sacrificio, esa entrega, y esa dedicación, no hay premio. Y esa debería ser, siempre, la norma de una sociedad justa, donde lo inclusivo no destierre la excelencia.
El homenaje de Carlos Herrera a Carlos Alcaraz
No hay quien este lunes no hable de Carlos Alcaraz, de su épico triunfo en la final de Wimbledon, en un interminable partido ante el serbio Djokovic.
Al igual que confesaba Juan Carlos Ferrero, entrenador de Carlos Alcaraz, a nuestros compañeros de 'Tiempo de Juego' sobre lo que nos hace sentir el tenista murciano, Carlos Herrera en su monólogo ha asegurado que “este Alcaraz nos va a dar grandes días como nos ha dado Rafa Nadal a lo largo de estos años”.