Luis del Val responde a la propuesta del ‘Día de la Persona Especial’: “Dejen a nuestros padres en paz"

Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE" en la propuesta que una profesora ha hecho a los padres de sus alumnos de no celebrar el ‘Día del Padre’ sino el ‘Día de la Persona Especial’ “porque ahora hay familias monoparentales, con dos madres o dos papás":

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Todas las personas saben perfectamente qué es una familia numerosa. Todas. Pero es muy probable casi nadie sepa qué es “una familia con mayores necesidades de apoyo a la crianza”. Repito: “familia con mayores necesidades de apoyo a la crianza”. Es la última tontería contemporánea nacida de ese club de las feministas talibanes que sufrimos, y que, por motivos que algún día la Ciencia nos llegará a explicar, son ministras. Y, menos mal que permitirán que, en el Registro Civil, las madres figuren como madres, porque han estado a punto de que fuera obligatorio denominarse “progenitora gestante”. Así que el Día de la Madre, sería el 'Día de la Progenitora Gestante', y el verso de Rafael de León, “que madre no hay más que una y a ti te encontré en la calle” pasaría a decirse “que progenitora gestante no hay más que una y a ti te encontré en la calle”. Y, claro, la exclamación más usada de España, “¡Madre mía!” Pasaría a ser “¡Progenitora gestante mía!”. Dan ganas de reírse, pero ya hay una maniobra para que el Día del Padre pase a llamarse el Día de la Persona Especial.

El otro día, Joaquín Prat no ocultó su indignación por la penúltima estupidez que nos acecha, porque es que, estén los micrófonos delante o las cámaras, hay momentos en que la cortesía puede ser un estorbo. Envío un abrazo a Joaquín Prat, al que conocí, cuando su padre, Joaquín Prat Carreras, venía con él a comprar el periódico al quiosco de Majadahonda, esquina avenida de los Claveles. Te entiendo, Joaquín. Yo hubiera hecho lo mismo. Y pasado mañana te acordarás de él, porque es el Día del Padre -como yo me acordaré del mío- y tienes motivos para sentirse satisfecho, y para indignarte, ante esta cansina y pedante manipulación, de estos aprendices de fontaneros de la sociología, que unen, en matrimonio de difícil divorcio, el sectarismo ideológico y la ignorancia. Puede que sea pedante plagiarse a uno mismo, pero esta misma mañana, en un artículo que firmo en varios periódicos, distribuido por Europa Press, apunto que los que estamos seguros de quien es nuestro padre, siempre le llamaremos padre. Y el que tenga dudas de quien es su padre, pues que le llame Persona Especial, o como se le ocurra, pero dejen a nuestros padres en paz.

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