Del Val, sobre la Ley de Bienestar Animal: “A las cucarachas podremos seguir envenenando con toda impunidad"
Habla el profesor de las incongruencias de esta Ley de la ministra de Podemos Ione Belarra
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Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE" en la Ley de Bienestar Animal que impulsa la ministra de Podemos, Ione Belarra:
Contaba Miguel Gila que un ciudadano entraba a una ferretería y le preguntaba al dependiente si tenía algo bueno para las cucarachas. Y el dependiente le explicaba: “Mire usted, tenemos DDT, unos polvos que llevan algo de arsénico, y un aspersor con amoniaco”. “¡Hala, bestia! Eso las mata. Yo le he pedido algo bueno para las cucarachas”.
Me he acordado, porque, como me temía, les ha faltado sensibilidad con el proyecto de Ley de Bienestar Animal y, otra vez, han dejado fuera a las cucarachas.
Mucho perro, mucho gato, pero a las cucarachas se les podrá seguir envenenando con toda impunidad. Bueno, a las cucarachas, a las hormigas, y a cualquier invertebrado. ¿Se creen que el invertebrado no sufre porque es pequeño? Me parece una injusticia. Es como si, cuando se reconoció el derecho al voto de la mujer, sólo hubieran podido votar las más altas y las más gordas, y a las bajitas y delgadas las hubieran dejado fuera
Hay alguna disposición llena de lógica, y muy consecuente con la ideología gubernamental, como que la pena por maltratar a un niño sea menor que la de maltratar a un perro. Y digo lógica, porque en España ya hay más perros que niños y, a este paso, el maltratador, no teniendo ningún niño que maltratar a mano, se dedicará a los pobres perros. Y grandes avances, como el de declarar al animal, ser sintiente, pero, luego, se olvidan de sus sentimientos, y ese abuso de género, de tocarle todos los días las tetas a las vacas, con la excusa de que se le va a ordeñar, se le pasado a Ione Belarra, parece mentira, con lo sensible que es ella. Y lo de pillar a la merluza y, sacarla del agua -que es como si a ti te metieran en el mar dentro de un saco, sin una inyección, sin unas palabras de consuelo, y ¡hala! a morirte ahogado, también se les ha escapado. Y ni una multa por echar limón a las almejas vivas, con lo que se retuercen. Menos mal, que en lo de los perros han estado vigilantes y, aunque es una grosería citarse a sí mismo, voy a citar un artículo que se publica hoy en varios periódicos españoles, distribuido por Europa Press OTR. Y en el que escribo que, con este Gobierno, se veía venir, muchos españoles van a vivir bastante peor que algunos hijos de perra.