El inesperado detalle de una nieta con su abuela que la hace llorar y volver a su niñez: "Sus ojos brillaban"
María José Navarro, en su 'Historia del Día', habla sobre esta entrañable anciana y la emotiva sorpresa que le prepararon
Publicado el
2 min lectura
¿Guardan Vds fotos antiguas? Igual tienen por ahí algunas suyas de pequeño. O de sus padres. Y los más afortunados, tienen hasta de sus abuelos. Más raro es dar con unas imágenes en movimiento o con grabaciones. Ahora esto está a la orden del día, pero hay alguna generación viva que todavía cotiza y que no tiene, no tenemos esa suerte.
A la abuela de Irene Patón le pasaba lo mismo. Hasta hace unas horas. A la abuela de Irene la sentaron cómodamente, le pusieron unos auriculares y le dieron al play de una vieja grabadora donde una cinta de las antiguas todavía funcionaba.
Irene había encontrado una cinta de su bisabuelo Blas dedicándole una canción a su bisabuela Ángeles.
Por el día de San Blas, anteayer, los nietos quisieron dar la sorpresa a su abuela que, escuchando esa canción se hizo de pronto pequeña. De pronto, parecía haber rejuvenecido y se convirtió, sentada en la silla con los auriculares puestos, en una nena. Sus ojos lo decían todo. Sus ojos brillaban. Y en su voz, repleta de emoción, también volvía a ser aquella hija que ahora es abuela.
Este momento se ha hecho viral. Y no es para menos. Hay pocas cosas más hermosas que una abuela.
Y hay pocas cosas más bonitas que una abuela quitándose arrugas con una canción. Porque así crees que te va durar eternamente.
Miren en el cajón, ¿eh? Hoy hay que buscar algunas fotos…
Un entrenador personal da clase a un anciano, este se muda a una residencia, y alucina por su reacción al despedirse
Hace un tiempo, Navarro nos trasladó otra 'historia del día' que también la protagonizaba un anciano entrañable. Tan entrañable como la señora que recibía la sorpresa de sus nietos.
Hay gente que trabaja con materiales muy frágiles y delicados. El que corta el cable rojo de la bomba.
TE PUEDE INTERESAR
El que limpia la porcelana china de un museo. Las enfermeras de pediatría. El científico que mira a través de un microscopio cómo se mueven unos bichitos enanos. Y luego está Fernando. Fernando Ávalos es entrenador y está especializado en mayores, es decir, el ejercicio es una terapia directa para sus clientes.
Fernando tiene una manera de tratar muy especial. Porque la gente que le llama a veces no se puede levantar de un sillón, o se ha roto la cadera, o tiene artrosis y dolores, así que la paciencia y el cariño son casi tan importantes como las cintas, las poleas, o las pequeñas mancuernas que le acompañan en las sesiones.
Luis ha sido uno de sus clientes. No se podía incorporar del sofá y ahora hace sentadillas. Pero Luis va a cambiar su hogar por un centro donde pueda estar mejor atendido. Ahora tiene demencia. Y le han contado que igual Fernando no puede entrenarle ya.
Esa conversación, ese consuelo, el cariño, la mentira piadosa.
Fernando Ávalos es, efectivamente, de los que trabaja con material sensible. Y sabe que maneja diamantes.