La ovación en el Parlamento británico a Craig Mackinley tras meses de ausencia por una enfermedad

El 28 de septiembre del año pasado se sintió indispuesto. Lo llevaron al hospital, y su estado de salud se deterioró muy rápidamente. Era sepsis

Redacción Herrera en COPE

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Puestos a ser el primero en algo, que sea bueno, ¿verdad?

Pero que si no es tan bueno, al menos que puedas contarlo. Este es el caso del primer diputado biónico. El que se va a apuntar el tanto se llama Craig Mackinlay, conservador británico, que ha estado unos cuantos meses sin pisar el Parlamento.

El 28 de septiembre del año pasado se sintió indispuesto. Lo llevaron al hospital, y su estado de salud se deterioró muy rápidamente. Era sepsis. La coagulación de la sangre le bloqueó el flujo sanguíneo y no le llegaba a las extremidades.

La sepsis es la respuesta del organismo a una infección y puede ser mortal. Las cosas para Mackinlay no pintaban bien. Le indujeron el coma durante 16 días y descubrió que las manos y los pies se le habían ennegrecido. El 1 de diciembre le amputaron por debajo de los codos y de las rodillas. Todo este tiempo lo ha preparado para poder hacer lo que hizo hace unas horas: entrar de nuevo en el Parlamento

Y entró caminando, firme, orgulloso. Y el Presidente de la Cámara de los Comunes no tuvo más remedio que saltarse las reglas: no se puede aplaudir, pero han hecho una excepción merecida.

MacKinlay, emocionado, miraba a la tribuna donde estaba su mujer y su niña de cuatro años. Llevaba unas zapatillas, porque los zapatos no le cubren los pies de plástico y no llevaba chaqueta porque los brazos biónicos no le caben en las mangas.

Su regreso a la política no es solo una victoria personal: es un paso adelante, una llamada a buscar mejores tratamientos para la sepsis y los amputados. Y una historia de esperanza, cosa que está muy bien para empezar el fin de semana, oigan.

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