La complicada vida de ‘los fósforos’ celíacos

‘Los fósforos’ celíacos nos hablan de algunas de las dificultades en su día a día al padecer esta enfermedad

Redacción Herrera en COPE

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Cada 27 de mayo se celebra el #DíaNacionalCeliaco con el fin dar visibilidad y apoyo a las personas celiacas con la intención de normalizar la vida del colectivo. Por eso, ‘los fósforos’ de ‘Herrera en COPE’ nos han contado cómo es su vida desde que descubrieron que padecen esta enfermedad.

Como es el caso de Leandro, que tiene una hija con 38 años que de pequeña –al año de dejar la lactancia- notaron que la niña no estaba bien. Hasta que finalmente tras unas pruebas en el Clínico de Valladolid una doctora les dijo que su hija era celíaca. El problema con el que se encuentran –habitual para las personas celiacas- es a la hora de ir a los restaurantes por el problema de las harinas, del pan, de los productos específicos para ellos. Denuncia Leandro que “es una vida más cara” debido al alto coste de los productos.

Reyes es madre de un niño celíaco cuya enfermedad la descubrieron durante el confinamiento una vez que notaron que el niño dejaba de comer, de moverse… Al ver los síntomas consultaron con un médico que le confirmó el diagnóstico. Y aunque pensaron que “el mundo se nos caía encima”, sin embargo, Reyes es optimista y asegura que “invita a tener una vida incluso más saludable”. Pero eso sí, recalca que “la vida de los celíacos es más cara y te obliga a una vida más organizada y meditada”.

Carolina afirma que cuando le confirmaron la celiaquía “me cayó como un jarro de agua fría”. Cuenta que debido a su trabajo de comercial pasa mucho tiempo fuera de casa y que muchas veces encuentra problemas a la hora de comer en algunos restaurantes ya que no todos tienen productos para este colectivo.

A la hija de Yolanda le detectaron la enfermedad con seis años, en un estado grave ya que le había devorado el páncreas a punto de entrar en diabetes. Afortunadamente, con la alimentación adecuada sin gluten fue mejorando.

Marta también tiene un hijo celíaco y asegura que “tener en casa un celíaco te hace tener mucho cuidado, nosotros ya casi ni comemos pan con gluten porque solo una miga que caiga en su plato le hace daño”.