Antonio, el fósforo-gamer que se fabricó un simulador de Fórmula 1 con tuberías de PVC
Jugar a videojuegos ya no es solo un entretenimiento hay quien vive de ello y vive muy bien, se llaman "gamers"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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'Top Gamers Academy' es un nuevo talent show, un programa televisivo que busca encontrar grandes talentos, en esta ocasión, en el mundo del videojuego, entre los jugadores, los gamers.
Grandes nombres de este mundillo como Rubius, Willyrex y Grefg forman parte del equipo de mentores que vivirán y competirán con 21 concursantes en un centro de alto rendimiento, en una academia al estilo OT, de hecho, el programa es de la misma productora.
La directora de esa academia va a ser otra gamer, Ana Oliveras, alias Anouc que en 'La hora de los Fósforos' en "Herrera en COPE" ha asegurado que era un programa necesario, para quienes como ella que empezaron a jugar a videojuegos como hobbie y que ahora es su profesión, "un salto muy grande", dice Ana, "es como pasar de ser un aficionado al fútbol a ser un megacrack".
¿Cuánto tardas en aprender a ser un buen gamer? "Tardas tiempo, tardas horas, la curva de aprendizaje cambia de unos juegos a otros" afirma Anouc.
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Los fósforos, de fabricar un simulador casero a conseguir grandes amigos gracias a los videojuegos
¿A qué videojuegos le dan los fósforos? ¿Se consideran gamers? Algunos incluso se atreven a fabricar en casa su propio simulador. Como Antonio que se fabricó un simulador de Fórmula 1 con tuberías de PVC, "le puse el volante y los pedales y desde entonces me puse a jugar. Juego una hora a diario y estoy cogiendo un buen nivel. Vi en Internet alguien que lo tenía, te haces el asiento, y es un simulador como esos que hay de aluminio que valen más de 1.000 euros y este me lo hice yo. Estoy jugando a un nivel medio alto y estoy jugando en un campeonato de España en el que hay tres niveles".
Antonio juega, a veces, con otros 20 jugadores y con mucho cuidado porque "algunos se cruzan" y te dejan fuera de juego: "game over".
Rubén ha contado como podría estar viviendo de jugar, de probar primero los videojuegos y de ayudar a los jugadores atascados en alguna pantalla, pero la mile de dejó fuera de juego. "En el año 94 tenía 20 años y fui a una entrevista para una empresa que lleva Nintendon y en esa entrevista me dicen que mi trabajo va a ser jugar, dominar el juego por si alguien se compra el juego y no sabe cómo pasar de pantalla. Esos jugadores tendrían un teléfono para llamar y entonces yo le explicaría cómo pasar de pantalla. El sueldo iba a ser 250.000 pesetas por jugar. Pero no tenía el servicio militar cumplido. Me fui a hacer la mili y cuando volví a Madrid me enteré de que había habido un incendio en esa empresa y todo se acabó".
Luis juega a todo tipo de videojuegos desde que tuvo su primer ordenador con 14 años, ahora trabaja en la industria del videojuego " y llamo para reivindicar esta industria. Es un captador de empleo para gente joven. En desarrollar un juego, si es de móvil una persona varios años, y si es para consola pues puede ser desde una persona a 10 o incluso 20 personas se dedican a desarrollar el juego de entre 2 y 4 años. La industria está esperando con más ganas son las nuevas generaciones de consolas para Navidad con tal avance, tan impresionante, tan realista... El estar involucrado en la industria no quiere decir que seas un gran jugador".
A Pedro, ser gamer le ha servido para tener un gran grupo de amigos, "somos un grupo de amigos que nos conocimos gracias a la Playstation, empezamos un juego de francotiradores, jugábamos por equipos y empezamos a conocernos y años después estamos dispersos jugando a otros juegos, pero todos los años hacemos una quedada en algún lugar y acudimos de todas partes de España. Ha quedado una amistad, estamos de 2 a 4 días contando anécdotas, riendo, comiendo y todos somos de más de 40 años. Una experiencia muy positiva. La gente se conecta cuando puede y es una válvula de escape".