Gay de Liébana: "La única izquierda que funciona en España es la de Rafa Nadal"
El profesor advierte de que "nuestras instituciones se debilitan" a la par que "las autoridades son incompetentes ante la pandemia" y "la gobernabilidad se esfuma"
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El profesor José María Gay de Liébana analiza en 'Herrera en COPE’ las claves económicas del día.
Vivimos una época en que la economía, Don Carlos, se contagia del espíritu progre de aquellos años 70 del siglo pasado. La izquierda política, que se arroga ese toque progresista, rechaza con descaro, cuando no provoca, la iniciativa privada y al mundo empresarial. Posiblemente, Don Carlos, las reminiscencias del actual movimiento hippy político de España proceden de los genuinos progres de mi juventud, que se rendían a la magia ibicenca - o incluso menorquina los más endogámicos - dedicándose a la vida contemplativa y a escudriñar entrañas filosóficas. Aquellos hippies poco curraban, aunque puntualmente cada mes, con su progresismo a cuestas, iban a cobrar a las oficinas de correos el giro postal de los papás.
Esa perspectiva hippy, imperante en la fatídica gobernanza de España, que reniega del status quo y evoca un mundo utópico favorable a sus intereses, que no los de la sufrida España, currante y afanada, solo ve en la empresa el ultracapitalismo y la explotación proletaria, en plan marxista. La nueva casta de progres que nos gobierna provoca desconfianza sobre España a nivel internacional. Bruselas, interpretando ese ramalazo hippy y progre del Gobierno, sabe que si da algo de dinero a España – pongo en tela de juicio que nos den la millonada que Moncloa nos vende como la moto – tiene que ser con todo tipo de condiciones, no sea que resurja la vena hippy y sea Europa la que reemplace el papel de los papás de los hippies de los años 70. Nuestras instituciones se debilitan, retoñecen nacionalismos radicales, las autoridades son incompetentes ante la pandemia, la gobernabilidad se esfuma y la inestabilidad asoma en una España que financieramente se mantiene a costa del BCE y cuya situación real es de insolvencia. ¡La única izquierda que funciona en España es la de Rafa Nadal, Don Carlos!