Barbosa: "Está España que para entenderla hace falta un manual de instrucciones"
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¿Qué tal, buenos días? Saludos de Sergio Barbosa, en nombre de la gente que hace posible ‘Herrera en COPE’ en este miércoles 22 de diciembre de 2021.
Miedo me da preguntar cómo va cada uno por ahí, porque entre contagios, cuarentenas que se tiene que hacer, cuarentenas que se tenían que hacer, pero que ahora resulta que no, la incertidumbre de qué se va a decidir hoy con las restricciones, si es que se decide algo, pues, está la cosa que no veas. Y las cabezas, lógicamente, cada vez más cansadas y los ánimos cada vez más subidos de tono.
Cada vez se nota más la diferencia entre el español de a pie que cree que cómo vamos a dejar que el virus campe ya a sus anchas, y que sea lo que Dios quiera, que eso puede ser una barbaridad, y el también “español de a pie” que se pone malo sólo de pensar que puedan imponerse nuevas restricciones.
Estos últimos, para que usted se haga una idea, estarían haciendo un poco como José Antonio Camacho, aquel, día que, entrenando al Español, se le acercó un jugador al banquillo quejándose de un corte en la mano y salió Camacho hecho una furia, que casi se lo come. Anda, tira pallá, eso no es ná, ni se te ocurra acercarte más por aquí, estate a lo que tienes que estar. Bueno, lo mandó a tomar por un sitio que está muy feo decirlo.
Bueno, pues un poco así: está la España de la preocupación y la España de “esto es un resfriado, anda tira palante, y, si eres contacto estrecho de un positivo, aunque sea por ómicron, si tienes la pauta completa, no te cuarentenes, porque total, estamos ya colapsados, y esto va a ser tirar hacia delante como se pueda.
Ahora repasamos lo que hay que saber del estado actual de la pandemia, pero antes vamos con lo más amable, con lo que nos puede quitar un poco las penas.
SORTEO LOTERÍA NAVIDAD
Miren, es cierto que la radio es entretenimiento y es compañía, pero también es información de servicio.
¿Y qué tiene usted que saber, a partir de hoy, si le toca la Lotería de Navidad? Porque, a esta hora, todavía estamos todos pensando que nos puede tocar. Pues consejo que nos dan los asesores financieros: cancele las deudas que tenga y, si le sobra algo, invierta. Si le toca un buen pellizco, no se lo gaste, así de entrada, en pasivos que disminuyan el dinero contante y sonante que usted pueda tener y que además sean una carga en cuanto a los gastos.
Piense en comprar activos, que le den un rendimiento y con esos rendimientos, empiece usted a vivir, poco a poco, de mejor manera. Claro, esto tiene el problema de que hay que aplazar un poco la tentación del disfrute, que es lo que muchos no son capaces de hacer. De manera que 7 de cada 10 ganadores, al cabo de cinco años como mucho, ya no tienen un chavo.
Pero bueno, oye, cada uno con su dinero, que haga lo que vea conveniente. La cuestión es que esta edición de ‘Herrera en COPE’ será más corta de lo habitual, en lo que se refiere a su primer tramo. Porque a las ocho y media vamos a ofrecer en directo el sorteo de Navidad, pilotado por mi maestra y amiga María José Navarro, con Goyo (que hay que ver qué le gusta a Goyo un disfraz). Hoy, va al salón del sorteo, en el Teatro Real, vestido de unicornio azul, figúrese. Y, bueno también andarán por ahí demás personajes de esta gran familia radiofónica que formamos los que aquí trabajamos.
Así que nada, entre la antena de COPE y toda la información que van a ir ustedes encontrando en COPE.ES, pues vamos a tener la mañana más que entretenida.
¿Qué te toca algo? Estupendo ¿Qué no? Pues ya saben, hoy será el día de la salud. Lo que pasa es que, dicho así, justo este año, puede sonar un poco a sarcasmo porque, de verdad, lo del coronavirus, si no fuera por la gente que ha fallecido y por las 94 personas que murieron en las últimas 24 horas, aunque solo sea por el cacao que está montando, a veces podría parecer un vodevil.
A LA ESPERA DE NUEVAS RESTRICCIONES
Para empezar, hoy es el día en el que presidente Pedro Sánchez se va a reunir telemáticamente con los presidentes autonómicos para ver qué restricciones se toman, ante la subida exponencial de los contagios. La reunión va a ser por la tarde, a 48 horas de la Nochebuena.
Y, se decida lo que se decida, sea mucho, poco o medio pensionista, en las últimas horas han sido pocos, por no decir ninguno, los grupos parlamentarios que no hayan criticado la inacción del Gobierno.
Hasta los socios del Frankestein han reconocido que el gobierno de PSOE-Podemos debería haberse dado un poco más de vida, no ya para prever que iba a haber semejante tsunami de contagios (ayer récord, con casi 50 mil en un día, más 94 muertos en 24 horas) sino para no tener a la gente en ascuas, con qué se hace y no se hace.
Porque, miren, nos está salvando que los hospitales siguen aguantando. Ayer por los mil diez ingresos que hubo, se produjeron 932 altas. Pero, claro, el jaleo de los contagios, de las pruebas, de las cuarentenas, y de las peticiones de baja laboral, se ha enrevesado tanto que a, a última hora de anoche, el Comité de Salud Pública decidió una medida de urgencia.
Al final, con estar vacunado con la pauta completa, no hará falta entrar en cuarentena, aunque hayas estado en contacto estrecho con un positivo. Ni siquiera aunque ese contacto sea de ómicron. Es decir, que el sistema sanitario se resigna a que esto se ha desmadrado tanto, que es imposible hacer un seguimiento a todos los contagiados.
¿Qué te recomiendan? Pues, hombre, que tengas un poquito de por favor, que en lo que te puedas hacer una prueba y salir de dudas, no te quites la mascarilla y no te des mucho con la gente por ahí.
Así que se ha dado una cosa tan curiosa como que, al final, Sanidad ha tenido que dar la razón a Isabel Díaz Ayuso, que es la que había propuesto tirar por la calle de en medio y no ser tan estrictos con las cuarentenas. A Ayuso le cayeron muchas críticas por ser tan pragmática en cuestiones pandémicas, pero ya les digo, al final Sanidad ha acabado contradiciendo al propio PSOE, que es de los que más había criticado a Ayuso. Pues esto va tan deprisa y es tal el despelote que el planteamiento de Héctor Gómez se quedó viejo en cuestión de horas.
Total que, con este panorama, se decida lo que se decida en la Conferencia de Presidentes de esta tarde, lo que está claro es que muchos españoles están, a 48 horas de la Nochebuena, pensando aquello de aquí, ni cenamos, ni se muere padre.
El que tiene un negocio de hostelería o de ocio nocturno no sabe qué medidas se pueden tomar en cuanto a aforos y horarios, si es que se toman. Pero esa incertidumbre, de momento, en el pellejo la llevan.
El que tiene un taxi no sabe si un toque de queda le hará no trabajar de noche, con las perrillas que uno se puede sacar de noche en días como estos.
El que iba a viajar a otra autonomía a cenar con la familia, no sabe si le van a poner restricciones a las reuniones entre personas, de manera que está con la maleta en la puerta, que no sabe si ir o no ir, o qué hacer. Y así, suma y sigue.
Es decir, incertidumbre por todos sitios, sabiendo ya como sabemos que el gobierno convoca la reunión sin llevar una propuesta concreta a debatir, pero que los técnicos de Sanidad, que llevan haciendo propuestas desde hace semanas, ahora mismo proponen que no se limite el número de comensales en las comidas familiares, pero sí que se cierre el interior de los bares, pasado un determinado nivel de alerta.
Con el borrador de los expertos, el ocio debería cerrar en diez comunidades. Luego hay 5 autonomías que piden hacer obligatorios la mascarilla en la calle.
¿Irá por ahí la cosa? ¿Se aplicará de inmediato, se esperarán a enero? Pues no lo sabemos, pero lo que se decida, luego deberá ser ratificado en los órganos correspondientes y sancionado en el Consejo de Ministros.
Y aquí, lo que piden ya algunos presidentes autonómicos, como el aragonés, Javier Lambán, es que lo que se decida que quede muy clarito, para no tener que estar dependiendo de lo que pueda dictaminar cada juez, de cada territorio.
Desde luego, lo que no podrá negar nadie, además de que estamos todos hasta la coronilla de la pandemia, es que esto es un cacao que empieza a tener tintes surrealistas. Porque tú escuchas al personal y aquí estamos ya tan trastornados, que, como unos, lo único que quieren es no contagiarse bajo ningún concepto. Y otros, lo único que quieren es que les dejen hacer vida prácticamente normal porque se han vacunado y la economía tiene que seguir funcionando, y las cabezas ya no aguantan más. Pues se da la circunstancia de que la gente está como dando bandazos en sus posiciones o en sus alianzas, digamos, pandémico-ideológicas.
Por ejemplo, algunos que despreciaron los indicadores al alza a finales de febrero/ comienzos de marzo de 2020 y que llegaron a justificar la manifestación del 8-M, incluso a posteriori, ahora van de adalíes de la prevención epidémica.
En cambio, algunos que se rasgaron las vestiduras por la pasividad del gobierno y acusaron a Sánchez de dormirse en los laureles, en vez de tratar de ir por delante del virus, ahora defienden un estoicismo total y absoluto ante el sunami de contagios y que aquí no se asuste nadie, mientras siga habiendo camas libres en los hospitales.
Es decir, el progre de ahora, al Pedro Sánchez de 2020, lo mismo lo corría a gorrazos.
Y algunos conservadores y liberales de ahora, que hace dos dos días decían que ómicron iba a ser una nota a pie de página, por momentos se parecen al Fernando Simón de 2020 con, además, una fe absoluta en la capacidad de la vacuna para proteger los hospitales, por más que aumenten los contagios exponencialmente.
Es decir, hay enemigos confesos de Sánchez, que ahora mismo no podrán quejarse mucho de la calma caribeña con la que Sánchez se está tomando cualquier tipo de restricción.
Es verdad que ahora tenemos la vacuna, y muchos somos optimistas a ese respecto, pero reconozcamos que, sin ser científicos muchos de nosotros, no deja de haber algo de optimismo antropológico en esa fe absoluta, en ese convencimiento de que la cosa no va a ir a mayores cuando los propios científicos no son capaces de ser tan tajantes, a día de hoy.
Así que lo de siempre, nada de histerismo, pero tampoco frivolidad, que los pronósticos que hacemos, a veces, quedan viejos demasiado pronto.
Y, miren, por cambiar de parecer, han cambiado hasta los separatistas catalanes. Dice el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonés, que toda España debe tener restricciones parecidas a las que ha pedido Cataluña a la Justicia (incluido toque de queda) porque Cataluña no es una isla.
Menos mal, porque hace poco no pedían ayuda a la UME ni para apagar un fuego en Tarragona, porque la UME eran los bomberos del “país de al lado”, decían, y aunque el fuego también afectara a Aragón…
Total, que vamos a ver qué pasa hoy. Porque sí les digo que Sánchez ha vuelto a decir que pagaremos la misma luz en 2018, aunque hoy nos acerquemos a un pico de 400 euros el megavatio-hora, seguro que ya ni les sorprende. Y que los presupuestos se retrasan una semana porque al PP le ha dado por apoyar la financiación de las lenguas minoritarias, pues a lo mejor tampoco.
Pero vamos, que está España… que para entenderla hay que sacar el manual de instrucciones.