Barbosa: "Somos el único país de la UE, con Polonia, en que los jueces no eligen la mitad de representantes"
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Le quedan cuatro días al mes de juniopero la información no afloja. Aquí el torrente informativo no respeta ni que llegue el verano, ni que Carlos Herrera se haya ido al Camino de Santiago ni nada de nada.
Va a volver el jefe el próximo lunes y, a este paso, no va a reconocer el patio de la actualidad.
Eurocopa
Mirem el que haya estado un poco despistado en las últimas horas y quiera ponerse al día, que sepa por ejemplo, que el rival de España en octavos de la Eurocopa va a ser Georgia.
Y si ganamos a Georgia, ahí ya empieza el campo de minas porque nos ha tocado la parte difícil del cuadro y la hoja de ruta insinúa que nos podría tocar Alemania en cuartos y Francia en semifinales. Pero vamos, lo primero será centrarse en Georgia.
Golpe de Estado en Bolivia
Y luego, como decíamos a las seis si quiere usted tirarse el pisto en las conversaciones de oficina o en el ascensor con los vecinos sepa que en Bolivia se ha liado gorda porque ha habido un intento de golpe de Estado.
Se ha quedado sólo en intento porque el presidente del gobierno ha parado los pies al Jefe del Ejército que se ha presentado en la sede persidencial con varias unidades militares intentando entrar por la puerta a lo bruto con una tanqueta al grito de “aquí va haber que cambiar al gobierno como se permita que Evo Morales se presente otra vez a las próximas elecciones”.
Morales que la lío gordísima en 2019 y tuvo que exiliarse porque los organismos internacionales le acusaron de haber manipulado las elecciones para tratar de seguir en el poder.
Sin embargo, ya les digo el presidente Arce ha plantado cara al general y le ha hecho detener, después de que la mayoría del ejército no le siguiera el rollo.
Ya más calmado, el presidente boliviano ha lamentado que todo esto solo haya servido para dañar la imagen del país.
Lo de Bolivia es un cacao importante, difícil de entender porque el que gobierna ahora en Bolivia es Luis Arce que era de la cuerda izquierdista-indigenista de Morales pero que ahora está peleado con él.
Y está peleado porque, al ponerse de presidente, empezó a moderarse y a no seguir las órdenes que le mandaba desde la sombra Evo Morales que no podía gobernar porque en 2019 fue destituido. De hecho, se tuvo que exiliar porque la organi Americanos le acusó de haber intentado amañar las elecciones.
Y ahora, como se habla de que Morales es capaz de volverse a presentar, después de liar la que lió al jefe del ese presente que aquí se va a liar parda.
Y se ha presentado en plan Tejero donde gobierna el que fue ministro de Morales, pero ahora está pelado con Morales y tampoco quiere que vuelva pero, claro, tampoco simpatiza con la idea de que le monten un golpe de Estado.
Pero vamos, que la cosa se ha quedado en bravuconada del militar, que ya está detenido.
Y y, ojo, enredando porque ahora dice que es el peridente Arce el que le ha pedido que haga el paripé de fingir un golpe de Estado para que el otro quede como un valiente que le pare los pies y ganar popularidad, pensando en ganar a Evo Morales en las urnas.
Las dos caras de la renovación del poder judicial
Y entre tanto aquí en España el patio informativo sigue todavía bastante enfrascado en la resaca que ha dejado el acuerdo PSOE-PP para la renovación del poder judicial.
Los más sesudos analistas de este país continúan haciéndole la ITV a ese acuerdo, del derecho y del revés para encontrarle los defectos y las virtudes.
Y conforme pasan las horas, y las cosas se analizan con un poco más de reposo pues, efectivamente, como todo en la vida el acuerdo tiene su lado bueno y su lado menos bueno.
Los hay que insisten en una evidencia. Este pacto entre Sánchez y Feijoo mejora la situación que había, primero porque alivia la situación límite a la que habían llegado los tribunales (provocada, es verdad, por el estrangulamiento al que sometió el gobierno a los tribunales al impedir por ley que el consejo caducado pudiera seguir haciendo nombramientos) pero se alivia esa situación ahora, al permitir que en el corto plazo se pongan al día muchos cargos que estaban vacantes. Y luego se consigue un nuevo Consejo General del Poder Judicial teóricamente equilibrado, obligado a actuar por consenso que tiene que alumbrar una reforma del sistema que, teóricamente, nos acerque a Europa.
Porque somos el único país de la Unión Europea, junto a Polonia, en el que los jueces no eligen al menos a la mitad de sus representantes en el órgano de gobierno de los jueces.
Y aquí, precisamente, vienen las pegas o las dudas de los que se muestran más críticos con el acuerdo, porque consideran que no está nada claro que el compromiso de despolitizar el sistema de elección de los jueces vaya a ser tratado como una obligación.
Esa diferencia entre compromiso y obligación es más importante de lo que parece en estos tiempos relativistas en los que la palabra dada cada vez vale menos…y menos aún en la España de Pedro Sánchez, en la que el concepto de compromiso ha perdido valor ante tanta mentira disfrazada de cambio de opinión. Ya el propio Patxi López se encargó de poner en duda que en el acuerdo ponga claramente “que los jueces van a elegir directamente a los jueces” y que eso, de una otra manera, ya se veía haciendo hasta ahora, etc, etc…
Habrá que ver en qué se sustancia todo ese trámite parlamentarionpero es verdad que ayer Cayetana Álvarez de Toledo trató de obligar a Félix Bolaños a que confirmara literalmente que los jueces elegirán a los jueces pero Bolaños se salió por peteneras y no lo dijo.
Mucha sonrisa y mucha ironía pero le pegó un viaje al micrófono el ministro de Justicia que casi se lo carga. Dicen en los mentideros políticos que la cosa está encarrilada para que PSOE y PP aprovechen el impulso para cerrar otros pactos en torno a otros organismos. Pero de, puertas hacia fuera, sigue la tensión.
Lo que haya de cierto o sobreactuado en todo eso, lo irá diciendo el tiempo.
El caso es que otra crítica que se está haciendo a ese acuerdo del poder judicial es que no deja de tener un cierto aire lampedusiano. Ya saben: se quiera o no PSOE y PP son los dos viejos caballeros del tradicional bipartidismo y siempre van a tener una cierta querencia por aplicar aquello de cambiar las cosas para que en realidad no cambien.
Se afea mucho, por ejemplo, que este largo viaje de cinco años de bloqueo del poder judicial ha acabado como siempre: con la foto de dos partidos políticos repartiéndose a los vocales del órgano de gobierno de los jueces, en un pacto fuera de las Cortes Generales. Tan fuera, que ha sido en Bruselas.
Como decía ayer Ignacio Varela en El Confidencial, 'bien por el acuerdo, pero no hagan esto nunca más'.
La cuestión es que, con ese aire lampedusiano, que ha tenido al menos el inicio de este proceso para cambiar de verdad las cosas y disminuir la politización de la justicia los había que tenían ganas de observar el primer encuentro Sánchez-Feijoo por eso de si se notaba cierta distensión o las espadas seguían, fundamentalmente, en todo lo alto.
Y la verdad es que el líder del PP, Núñez Feijóo, quiso transmitir la sensación de que haber renovado el Consejo General del Poder Judicial no va a hacer que la oposición baje el pistón sobre la escandalosa politización que sufren otros órganos de carácter judicial y los casos de presunta corrupción que salpican al gobierno.
A Sánchez se le vio incómodo al ver que Feijoo presumía de haberle doblado el brazo en el asunto judicial, mientras le seguía presionando con el resto de polémicas.
Hemos tratado de solventar una anomalía como era el bloqueo del órgano de gobierno de los jueces, veremos si conseguimos despolitizar el sistema de elección de esos jueces. Pero aquí, en lo fundamental, hay un Fiscal General del Estado que tendría que irse a la calle porque, con lo que ha pactado ahora el PSOE, Álvaro García Ortiz no podría ser Fiscal General y eso aumenta, más si cabe, la incongruencia de mantener en el cargo a semejante personaje que ayer vio como se confirmaba la imputación de sus subordinados, por haber seguido su orden de publicar los datos confidenciales de la pareja de Díaz Ayuso.
Y luego está el caso tremendo de un Tribuanal Constitucional, que se ha metido a tribunal de casación para que los magistrados de simpatía socialista borren buena parte de la sentencia de los ERE, que el mayor caso de corrupción que ha salpicado a los socialistas.
Esa maniobra, (no nos cansaremos de decirlo), es propia de los regímenes autocráticos que han desmontado el Estado de Derecho de sus países desde dentro. Y supone un arma tan potente para el gobierno a la hora de enmendar la plana al Supremo que puede haber ayudado al PSOE a renunciar al asalto del Supremo por las bravas, al ver que, igualmente, lo va a poder ningunear desde fuera con la ayuda de Pumpido.
Eso y que Bruselas estaba a punto de publicar un informe sobre el estado de Derecho en España que no dejaba en buen lugar al sanchismo.
Así que normal que Feijóo no quisiera ayer dar la sensación de pasteleo tras el acuerdo con el PSOE, porque ciertamente la politización de la justicia en España continúa siendo gravísima.
Caso Koldo
Y ya, como guinda del pastel están los casos de corrupción que afectan al PSOE, con la trama Koldo al frente y los extraños comportamientos laborales de la mujer y el hermano de Sánchez.
((Mujer, por cierto, a la que mandamos nuestras condolencias, porque ha fallecido su padre cosa que ha hecho que hoy Pedro Sánchez suspenda su agenda)).
Pero ya les digo, aquí las espadas siguen en todo lo alto con una novedad y es que al PSOE se le complica un poco el famoso relato. Porque, con el acuerdo del poder judicial, el PP se quita de encima la matraca de que “no cumplía la constitución” y tal y cual.
Ahora, es Pedro Sánchez el que tiene la presión de que, si no cumple lo pactado, quedará mal.. NO a ojos de los españoles, que ya lo ha hecho muchas veces y le ha dado igual… sino a ojos de la Comisión Europea.
Y lo de acusar al PP de ser ultraderecha… también se le viene abajo… porque ha sido él el que ahora ha pactado con el PP. Que es con lo que le chinchó ayer de inicio Núñez Feijóo ¿No decía usted que éramos ultraderecha?
Y la prueba de que ese giro argumental incomoda a Sánchez es que el presidente se apresuró a decir que no que no es él el que se haya acercado a la supuesta ultraderecha con el pacto… sino que ha sido el PP el que se ha acercado al pacto... y que para Feijóo la peraa gorda.
Sánchez quiso cortar así su discusión con Feijóo porque bastante tiene con solucionar el problema de Cataluña.
Pleno sin candidato
Ayer se celebró en el parlamento catalán una cosa muy rara. Una especie de boda sin novios o de comunión sin niño: un pleno que debía ser de investidura, pero que no tuvo candidato a dicha investidura.
El reloj para la repetición electoral ya está corriendo en esa autonomía de la que salen la que cuelgan las cuestiones que lo condicionan todo: la aplicación de la amnistía y la financiación singular para un territorio concreto.
Salvador Illa volvió a insistir a Esquerra en las bondades de repetir un tripartito de izquierdas pero el fugado Puigdemont sigue jugando sus bazas para que las cosas cuadren a su gusto o hacerlas reventar.
¿Conseguirá cuadrar esa pirueta Pedro Sánchez o en Moncloa ya no descartan una repetición en Cataluña, acompañada de un adelanto electoral en el conjunto de España?
De momento, son solo especulaciones pero, ya les digo, estos días los analistas lo están analizando todo del derecho y del revés.