Madrid - Publicado el - Actualizado
5 min lectura
"Señoras, señores, me alegro, buenos días...
Las temperaturas descienden en todo el país y lo que asciende es lo que ayer Juntos por el Sí, por orden de la CUP, registraron en el Parlamento de Cataluña, que es la Ley de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República, que es una ley que teóricamente se pondría en marcha al día siguiente del referéndum en el caso de que se obtuviese el sí y serviría de amparo jurídico hasta que se nombrase una... Es el cuento de la lechera, claro que sí. El referéndum ni siquiera está convocado, y todo no deja de ser una puesta en escena, un aviso de los pasos que se siguen para dar un pequeño golpe de Estado. Pero, como les decía a las siete, todo esto es la gran mentira. Es como lo de los siete niños de Écija, que ni eran siete, ni eran niños, ni eran de Écija. Y esto es exactamente igual, ni es una ley, ni es transitoria, ni es fundacional de nada, ni es transaccional de nada, ni es de ninguna república. Es la gran mentira. Pero una gran mentira que, desde luego, desestabiliza y hace pensar que al final del proceso lleguará un momento de fricción.
No es la primera vez que esto se hace en Cataluña. Ya les he mantenido muchas veces que si Cataluña de verdad hubiera querido ser independiente, lo sería desde hace muchísimo tiempo. Pero para una independencia hay que jugársela, hay que salir a la calle, tiene que haber sangre, tiene que haber rebelión, tiene que haber muchas cosas que, lógicamente, la gente no está dispuesta a poner en marcha.
El primer intento de la época moderna fue en la I República, en aquella cosa que fue la I República, 1873-74, con Estanislao Figueras de presidente, que era aquel que dijo "estoy hasta los huevos de todos nosotros". Y que luego un buen día se fue a Francia además. "¿Dónde está el señor presidente? No, se ha ido a Francia". Y en Francia se quedó. Pues vio cómo unos cuantos voluntarios catalanes le montaron una suerte de Estat Catalá que duró dos días Y el segundo Maciá en el 31. Se proclama la República y aprovecha Maciá y dice pues la mía es la que vale, y voy a hacerla yo. Y el Gobierno que surge de la República manda a tres delegados y negocian el Estatuto de Cataluña, y ahí se paraliza la segunda. Y la tercera fue en el 34, la de Companys, cuando la CEDA mete tres ministros en el Gobierno de Lerroux sale Companys diciendo que esto es monarquizante que tal y que cual y proclama el Estat catalá. Y Lerroux le manda al general Batet. Dura dos días Companys. Luego empiezan a huir por las alcantarillas.
Y los tiempos han cambiado, son cosas muy distintas, pero realmente son bravuconadas de espaldas a la mayoría social. Sin mayoría social, sin apoyo internacional, sin algo más que simplemente el deseo de un golpe de Estado tú no creas una república. Esta es una ley para un golpe de Estado, con un referéndum como excusa, que además ha sido tramitada urgentemente para tapar el bochorno de una repugnante de una manifestación el pasado sábado, y para eso no hay nada como una ley bolivariana, que además hace saltar por los aires, literalmente, a las víctimas de todo este proceso, que no somos los que vivimos en Sevilla, eh. Son los que viven en Cataluña. Las auténticas víctimas de todo ello, mediante además la comisión de un delito, a lo que están dramáticamente aficionados.
Y ahora, no me pregunten lo que va a hacer el Gobierno porque no lo sé. Desde el Gobierno aseguran que lo tienen todo listo y preparado, que no lo van a contar. Pero tiene artilugios un gobierno para evitar eso que ahora se llama proporcionalidad y que tanto le gusta a Pedro Sánchez que tanto alaba del Gobierno de Rajoy y por eso se llaman y "qué bien, te voy a apoyar, etcétera. Cuenta conmigo". Este dice mucho te voy a apoyar, cuenta conmigo, y luego no apoya nada. Pero esperemos que dure.
Estamos ante un dislate jurídico desde el momento en que ninguna ley puede derogar una Constitución, ninguna. En el que además queda claro que habría amnistía para los dirgentes soberanistas, Mas y compañía lo primero. Supongo que también para Pujol, porque ya puestos. La república se queda con cualquier bien del Estado en esa comunidad autónoma. Es decir, confisca. Y luego le obliga a usted a ser ciudadano catalán con nacionalidad catalana. Y luego, la deuda que tiene Cataluña acumulada por el desastre administrativo de los sucesivos gobiernos de la Generalidad de Cataluña, esa no se paga. Es decir, el dinero que le está inyectando el Estado todos los meses para pagar las nóminas, para pagar a las farmacias, a los médicos, a los policías, al Trapero, a todos, ese dinero viene del Fondo de Liquidez Autonómica. Y como somos guays y cools, no vamos a tener ejército. El ejército, fuera de Cataluña. Vendrá un portaaviones chino a protegernos al Puerto de Barcelona.
Todos estos dislates no le estoy vacilando, le estoy diciendo lo que hay, en qué consiste esto.
Y ¿esto cómo acaba? Antes les refería tres episodios en la Historia. Cada tiempo tiene su proceso y cada tiempo tiene su solución y nada de lo que se hizo en el siglo XVII vale en el XVIII. Pero al final, esto acaba con unos que quieren hacer una cosa delictiva y con otros que tienen que impedirlo en nombre de la ley, y eso crea fricciones. La fricción es inevitable. Cuando llegue ya se la iremos contando".