Herrera a las 8
“Estamos ante el momento más crítico de la democracia española”
La Guardia Civil detiene a 14 personas y hace 41 registros para evitar el referéndum, en el editorial de Carlos Herrera
Madrid - Publicado el - Actualizado
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“Se lo decía a las 6 de la mañana. La responsabilidad de los medios es de estar en el momento donde hay que estar. Y estar en su país cuando está en determinadas zozobras. Cuando un país teme por la inestabilidad y teme por acosos críticos. Cuando un país teme como puede ser el amanecer de todos los días. Cuando ve que se llega donde no se tenía que haber llegado. Cuando hay palabras mayores que empañan el desarrollo cotidiano de los días, ahí está el Betis.
Suena la canción 'Verde, verde', de la sevillana María Jiménez.
La noticia estaba ayer en un gol en el minuto 95. La noticia era la del único equipo que ha ganado al único equipo que tiene 12 copas de Europa.
Y ahora vamos con el resto de noticias, de importancia menor del día.
Ayer vivíamos el primero de los desenlaces de una larga situación que ha venido cociéndose. La justicia frenaba la organización del referéndum mientras los independentistas iban trasladándonos su victimismo. Ayer, la Guardia Civil actuó como policía judicial a las órdenes de un juzgado de instrucción, el número 13 de Barcelona, con el respaldo del Tribunal Constitucional. Ese mimo juzgado lleva varios meses investigando después de una denuncia del mamarracho Vidal cuando explica que la Generalitat tiene los censos y datos necesarios para un referéndum conseguidos de forma ilegal.
Se produce una actuación jurídica, una captación de cuentas de la Generalitat que suspende Montoro. Lo que pasó ayer y lo que seguirá pasando hoy es propio de los Estados de derecho. De aquellos lugares donde impera la ley. Un Estado se debe defender de las intimidaciones que pongan en marcha todas las turbias que quieran salir empobrecidas. Estamos ante el momento más critico de la democracia española, la que nacía cuando en 1975 moría el régimen.
El 23-F fue un momento delicado, que se consumió en 24 horas y no sabemos, este momento mucho más crítico, cuánto puede tardar en consumirse. Hay que responder con proporcionalidad. Los golpes de Estado no son ninguna broma. Todos los que irresponsablemente quieran echar gasolina a la calle manejan falsedades argumentales que abochornan a cualquiera. Todos ellos, deben saber que un Estado es mucho más firme de lo que parece. Difícilmente se deja estabilizar por barruconadas.
En Cataluña no hay Estado de excepción. Lo que sí es, es la demagogia de manual que el nacionalismo catalán y la extrema izquierda española ha puesto en marcha todo este tiempo. El independentismo sabía lo que iba a pasar, pero estaba tan convencido de todas su soberanías que no podía creer que un Estado se deje desmontar. Ninguno se deja desmontar o al menos sin poner resistencia. El odio social, la xenofobia lo estigmas, no te lleva nada más que a los vertederos, donde nos encontramos. La delincuencia institucional debe tener respuesta.
Perdido el referéndum, evidentemente a falta de encontrar unas urnas si es que las hay, solo puede convertirse en una revuelta callejera. Algunos quieren ganar esa revuelta, la CUP, Otegi y la extrema izquierda de Podemos. El populismo en todo su esplendor. Como dice Iglesias, hoy hay presos políticos en España. Conviene aclarar que en España no hay presos políticos. A tenor de lo que dicen algunos, si se puede asegurar que hay tontos políticos que se merecen lo que les pase”.