Rescatador de montaña
"El efecto llamada por las buenas temperaturas es lo que provoca los aludes"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Carlos Ramos, rescatador de montaña del GERA –Grupo Especial de Rescate en Altura de la Comunidad de Madrid- y amigo de uno de los esquiadores tristemente fallecidos este fin de semana en los Alpes suizos como consecuencia de una avalancha de nieve, ha sido entrevistado este lunes en ‘Herrera en COPE’, donde ha señalado que “la montaña a veces enseña su cara más trágica” para referirse al “accidente desafortunado y con consecuencias fatales” que ha acabado con la vida de tres personas y ha herido a otras dos.
“Las circunstancias meteorológicas son las que influyen a la hora de que haya más o menos riesgo de aludes”, ha explicado el experto, que ha señalado que “un alud se podría producir en un día bueno”. A este respecto, ha explicado que el efecto llamada que entre los esquiadores generan las jornadas de sol después de las nevadas es lo que provoca los aludes. “Todo el mundo quiere hacer las primeras bajadas”, ha afirmado.
En este sentido, ha dicho que en una escala internacional que “va del 1 al 5”, a partir del nivel de alerta 3 ya “se considera muy peligroso” esquiar. De igual modo, ha explicado que existen diferentes tipos de aludes: “Básicamente tres, que son avalancha por nieve polvo, de plaza o de nieve primavera”.
Así, ha dicho que el alud por avalancha de nieve polvo generalmente mata por asfixia, mientras que el de plaza lo hace debido a los golpes que provocan los bloques de nieve al impactar contra el cuerpo humano y el alud por nieve primavera lo hace debido al peso que tiene, pues impide la movilidad.
Preguntado por cómo se debe actuar ante un alud, el experto ha explicado que “siempre es importante no llevar nada enganchado y llevar un DVA, un aparato localizador, para realizar un rescate rápido". También ha dicho que "el autorescate de los compañeros es fundamental porque los minutos posteriores a un alud son fundamentales para la supervivencia", aunque ha reconocido que pese a los consejos y las instrucciones, “si te pilla un alud de grandes dimensiones es muy difícil escapar de él”.