En 'Herrera en COPE'
"No, no le guardo rencor al Annapurna que tanta energía le daba a Iñaki"
Pilar Seguín es la madre del alpinista Iñaki Ochoa de Olza que fallecía el 24 de mayo de 2008 en el Annapurna, una de las montañas que más amó en vida.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Y fue precisamente en la montaña nepalí donde Iñaki Ochoa de Olza encontró la muerte. Guía de montaña, instructor, fotógrafo, quienes le conocían bien afirman que, incluso, filósofo (por algo lo estudió en la Universidad) y sobre todo, primer español en completar la ascensión de un ochomil en menos de 24 horas.
En el Annapurna, Iñaki encontró la muerte. Pero ascendiendo a su cima, entres sus riscos y mezclado con las gentes de Nepal, este alpinista navarro era feliz, "el país y su gente le cautivaban" dice su madre, Pilar Seguín en 'Herrera en COPE'. Por ello a sus 77 años ha cogido el petate y se ha ido a ver qué tiene esta montaña que tanto le gustaba a Iñaki como para quedarse allí para siempre.
"La experiencia ha sido magnífica desde cualquier punto de vista, fantástica. Salí de Pamplona con precauciones, con miedo y según iba llegando se iba clarificando. Ha sido un viaje sin peros, sin tropiezos, con una salud muy buena. Estoy estupendamente teniendo en cuenta que soy una anciana" dice Pilar que al estar cerca de la montaña ha tenido muy presente a su hijo pese a que "a Iñaki le noto siempre, a un hijo se le nota siempre. El viaje ha sido una experiencia para conocer aquello que le cautivaba tanto a Iñaki, lo que le daba tanta fuerza, lo que le cargaba de energía. ¡Él amaba tanto al país y a su gente..., quería saber como era aquello, pero en diez días y sin subir montañas..., la experiencia no puede ser igual que la de Iñaki, pero estoy contenta".
Recuerda esta amatxo navarra que "nunca le dijimos, ni su padre ni yo, que no fuera, le hemos apoyado siempre y sin fisuras como decía él. Siempre le hemos apoyado moralmente, económicamente, como hemos podido, porque cuando empiezas no eres conocido y solo tienes fuerzas y ganas".
¿Cuando miró el Annapurna le echo algo en cara? "No, en absoluto. No tengo ningún rencor a la montaña y procuro no tener ningún rencor a nada" dice Pilar que tenía claro que algo debía hacer no solo viajar para conocer Nepal, "Iñaki estaba tan agradecido y tan en deuda con la gente de allí que quería hacer algo, hospitales, orfanatos. La fundación Iñaki Ochoa de Olza, SOS Himalaya ha colaborado a construir muchas casas para que no vivieran al raso cuando pasaban los monzones".
Iñaki siempre tenía muy presente a sus padres como escribía en su columna Campobase: "Como siempre, la montaña última es la buena. Ahora, de vuelta en el campo base, estoy muy contento, claro, y me gustaría mandaros a través de los vientos de Asia muchos recuerdos y besos, a ti y al padre. Me disculparás que allí en la cumbre pensara un poco más en mi Corinne que en vosotros, ya sabes que los hijos somos algo injustos..."