"El mayor consumo energético pone en peligro la reducción de CO2"

En su informe anual Perspectivas para la energía mundial 2017 que la Agencia Internacional de la Energía ha presentado en Londres añade que, en ese mismo periodo, hasta 2040, y gracias a su eficiente desarrollo tecnológico, Estados Unidos se convertirá en el primer productor mundial de gas y petróleo, cuando la energía solar experimentará asimismo un inédito auge.

Además de la preponderancia de EEUU, otros factores que contribuirán a un "cambio radical" en el mercado energético son el abaratamiento de las energías renovables, especialmente la solar; el creciente dominio de la electricidad -en parte por la digitalización de la economía- y la apuesta de China por las energías limpias.

El director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, anticipó que a mediados de la década de 2020, EEUU será el "líder indiscutible" en la producción de crudo gracias a su "eficiente" explotación de los yacimientos de lutita, "incluso en un contexto de bajos precios".

El organismo prevé que en 2030 el país producirá en torno a 17 millones de barriles por día (mb/d), frente a los actuales 9 mb/d, "el mayor crecimiento en la historia", que se verá acompañado de un aumento del 30 % en la producción de gas.

Estas predicciones son preocupantes porque "nos aleja de todos los objetivos de reducción o mantenimiento de consumo de energía hasta 2040 para cumplir los protocolos de París y Kioto, si va a haber más población y esta querrá calentarse y querrá consumir y querrá construir fábricas va a consumir mucha más energía y eso nos pone ante un panorama que nos nos habíamos planteado y es que la reducción de emisiones de CO₂ para que no aumenten las temperaturas más de un grado antes de que acabe el siglo va a ser imposible, habrá que buscar otra alternativa" advierte Jorge Alcade director de las revistas Quo y Squire.

Porque recuerda el divulgador ciéntifico que el Protocolo de París "nos obliga a reducir las emisiones de CO₂ a como estaban antes del aumento del periodo preindustrial de mediados del siglo XX, para conseguir que no aumenten las temperaturas más de 1º o 1,5º de lo que ya están aumentando porque dicen los científicos que si aumentan esa cantidad las temperaturas entraremos en serios problemas medioambientales y para ello o reducimos la producción energética o utilizando energías alternativas que no produzcan CO₂".