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"La nueva vacuna contra el alzhéimer actúa antes de que se manifieste la enfermedad"
La Oficina de Patentes de Estados Unidos ha aprobado la vacuna EB101 contra la enfermedad de Alzhéimer desarrollada por el equipo de científicos que dirige el doctor Ramón Cacabelos.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El científico español que no esconde la satisfacción por la importancia del trabajo, asegura que no todo está solucionado y menos en una enfermedad degenerativa como esta, "el camino aún es largo" insiste.
La EB101 es la primera vacuna española aprobada por la Oficina de Patentes de Estados Unidos para la prevención y tratamiento de la enfermedad de Alzhéimer que ha desarrollado el equipo que dirige el doctor Ramón Cacabelos en el Centro de Investigación Biomédica EuroEspes y en EuroEspes Biotecnología, la filial industrial del Grupo EuroEspes.
¿Qué peculiaridad tiene esta vacuna o qué diferencias presenta con las anteriores? "La primera vacuna que se sacó a comienzos del 2001- 2002 provocaba microcefalitis y hemorragias cerebrales y se suspendió durante un tiempo; la diferencia de esta vacuna es que es dual, profiláctica, evita que se manifieste la enfermedad y es útil en casos incipientes porque la hemos desarrollado con unos liposomas enriquecidos en factores neurotróficos, en definitiva lo que tenemos que evitar es que las neuronas mueran y hay dos caminos, una protegerlas desde edades tempranas de la vida porque aunque aparezca después de los 60, 65 años, la enfermedad está destruyendo el cerebro durante 20, 30 años antes y en los casos incipientes en los que no ha habido oportunidad también protege; las tres propiedades que la diferencia del resto es la profilaxis, que actúa sobre casos incipientes y que carece de las desventajas de las primeras vacunas”, explica didácticamente el doctor Cacabelos.
De momento la vacuna ha pasado "la fase preclínica en la que estamos trabajando en condiciones óptimas con animales transgénicos donde todas las condiciones de labotratorio están totalmente controladas, ahora el paso al ser humano es otra cuestión, porque el ser humano presenta genomas complejos, hay otras enfermedades intercurrentes y nunca los resultados de fase preclínica suelen ser iguales de espectaculares. Si este tipo de protocolo llega a alcanzar la fase clínica lo importante es saber que beneficiará al 20/30 por ciento de la población alzhéimer, pero no sería una solución universal porque la enfermedad es muy compleja y hay muchas causas que la generan, nosotros nos hemos centrado exclusivamente en aquellas en las que hay un alto componente familiar", insiste el científico sobre que aún hay camino por andar.
"Es una sofisticación en el concepto de vacuna y lo que hace este tipo de producto es proteger a las neuronas de una proteína tóxica que es el beta amiloide que es lo que destruye las neuronas y que el acúmulo de esa proteína tóxica contribuye a matar progresivamente las neuronas y que cuando la enfermedad da síntomas son tantos los miles de millones de neuromas muertas que los tratamientos convencionales es lógico que fracasen porque no resucitan a las neuronas por ello hay que establecer este tipo de protocolo que interfieran con el curso de destrucción gradual de las neuronas muchos años antes de que se manifieste la enfermedad" resume el doctor Cacabelos que insiste en que "la variabilidad en la respuesta terapéutica va a ser grande. Sería un logro inmenso poder lograr que actuara sobre muchos pacientes. Es un pequeño salto en esta enfermedad y ayudará a un colectivo importante, pero no será nunca la solución universal".
Ahora hay que hacer los ensayos correspondientes señala el científico español que data en "tres años mínimos que queremos hacer en EE.UU. O en Asia por razones de rapidez porque el aparato burocrático en Europa es mucho más lento. Los resultados en animales están confirmados y contrastados y se confirma la dualidad de la vacuna tanto profiláctica como terapéutica, hay otras vacunas, pero no son duales como la nuestra".