Presidente del Gremio de Librerías de Madrid: "El apoyo de nuestros clientes nos ha hecho coger fuerzas"
Este 23 de julio se ha convertido en un extraordinario Día del libro y de la rosa, un Sant Jordi que no se puedo celebrar el pasado 23 de abril
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Esta fecha alternativa al 23 de abril, al auténtico Sant Jordi, se estableció para intentar compensar las pérdidas que provocaron en el sector del libro y el de la flor -sobre todo en Cataluña-, el confinamiento y el cierre de comercios por el estado de alarma debido a la COVID-19.
Al principio del estado de alarma, las librerías españolas calculaban unas pérdidas de 200 millones de euros, sólo en lo que se refiere al comercio interior. A finales de abril, cuando comenzaron de nuevo a abrir sus establecimientos, los libreros comenzaron a mirar con optimismo el futuro. Y así lo ha confirmado en este día del libro tan especial, el presidente del Gremio de Librerías de Madrid y de la Feria del Libro, Enrique Pascual.
[ESCUCHA AQUÍ A ENRIQUE PASCUAL, PRESIDENTE DEL GREMIO DE LIBRERÍAS DE MADRID]
Tras los primeros meses de confusión en un año tan convulso el horizonte era negro, ahora "el balance es positivo, pero más que por las cifras que no son las habituales, por el apoyo y cariño de nuestros clientes y amigos que nos ha hecho que cojamos fuerza" afirma en "Herrera en COPE", Enrique Pascual que recuerda como "nada más abrir con medidas de seguridad ya teníamos a gente en la puerta y animándonos"
En cuanto a las pérdidas que, las hay y son considerables, el presidente del Gremio de Librerías de Madrid no ha puesto cifras pero sí ha detallado que "va un poco por barrios dependiendo de la tipología de las librerías. Las de corte general han tenido buenos meses de mayo y junio, este mes de julio no está yendo mal y por eso era muy importante que el Día del libro siguiera existiendo y un día, aunque el año sea difícil, queríamos mantenerlo y hoy va a ser especial".
Asegura Enrique Pascual que los libreros siempre se están reinventando, tanto para luchar contra un virus como para competir con las grandes plataformas que hace que la librería pequeña cobre un peso especial con el trato cercano con el cliente, "es fundamental, las librerías pequeñas conocen muy bien su barrio, a sus clientes y es fundamental el trato cercano, el contacto, la conversación cercana, es lo que nos mantiene conocer el gusto de nuestros clientes".
La COVID nos ha cambiado los hábitos a todos, usamos mascarilla, nos desinfectamos constantemente las manos con gel hidroalcohólico, procuramos no tocar nada que no debamos. Estas costumbres para una librería también condicionan su día a día, porque ¿quién no quiere ojear el libro que quiere leer? "al principio las condiciones marcaban que los libros no se podían tocar, eso ha ido cambiando. Lo que pedimos a los clientes es que no toquen mucho los libros, pero si vienen con mascarillas, después de desinfectarse las manos con los geles, se pueden ojear los libros, pero ese pequeño gesto de tenerlo en las manos y leer la contraportada se puede hacer y pedimos que se haga con cuidado"
El futuro nadie lo conoce, no sabemos qué pasará dentro de unos días, cómo para saber qué ocurrirá en los proximos meses. De momento, hoy se celebra el Día del libro que no pudo ser el pasado 23 de abril y si, el coronavirus no lo impide, la Feria del Libro de este 2020 se celebrará entre el 2 y el 18 de octubre.