Una nutricionista alerta del 'alimento' que tomas a diario y hace que no pierdas peso: "Fue quitarlo y..."
La nutricionista Sandra Moñino explica que una de sus clientas no perdía peso hasta que descubrieron que consumía este producto, lo retiraron y comenzó a bajar
Madrid - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Pasados los propósitos de verano, llegan los propósitos del nuevo curso. Estudiar más, pasar más tiempo con tus hijos, empezar a hacer ejercicio, llevar una alimentación saludable... y sí, aquí entra, en muchos casos, perder peso. Quitarnos, de alguna forma, todos esos excesos que hemos tenido durante el verano, con el objetivo de arrancar septiembre con un lavado de cara. Al final, como dice mucha gente, sentirte bien por fuera es también sentirte bien por dentro.
En el caso de que seas de esas personas que tiene intención de perder peso, lo más seguro es que optes por acudir a un profesional. Ahora bien, no siempre es oro todo lo que reluce y lo primero que te dirá, con total certeza, es que su trabajo no servirá de nada si no pones de tu parte. Aunque a veces ni siquiera te des cuenta de que estás cometiendo errores con tu alimentación. Y eso es lo que le ocurrió a la nutricionista Sandra Moñino.
Hace unas semanas pasó por los micrófonos de 'Herrera en COPE', donde vino a dar una serie de consejos de alimentación y recomendaciones saludables para llevar una dieta equilibrada. En cualquier caso, uno de los apuntes que llamó nuestra atención fue el alimento que estaba consumiendo una de sus clientas y que le estaba impidiendo perder peso. Y ojo, no estamos hablando de un alimento como tal de los que puedes guardar en la nevera o en la despensa.
Una nutricionista alerta del alimento que llevas en el bolso y hace que no pierdas peso
A modo de curiosidad, Moñino confesaba que tenía una paciente que era incapaz de perder peso. "Yo no lo entendía porque lo hacía todo perfecto", explicó. Era una mujer que "hace deporte, lleva una alimentación perfecta...", pero era incapaz mejorar su forma física.
¿Qué estaba ocurriendo? ¿Por qué no bajada de peso? Pues bien: poco después se dieron cuenta de que esta clienta en particular "se tomaba cinco chicles al día".
Rápidamente, la nutricionista juntó hilos: "Al tomarse los chicles, generaba una inflamación en su cuerpo, por el chicle lleva hasta tres o cuatro edulcorantes juntos", lo cual le generaba "tanta inflamación que no le permitía perder peso".
En cuanto le quitaron los chicles, la mujer comenzó a perder peso.
Los riesgos de comer chicles de forma habitual
Poco después de publicar este vídeo en las redes sociales de COPE y tras los comentarios publicados en estos posts, la nutricionista quiso explicar algunos detalles sobre el consumo de chicles y lo hizo mandando un audio. Moñino asegura que un chicle "puede tener hasta siete tipos diferentes de edulcorante y al final son edulcorantes muy potentes que tienen un alta toxicidad".
Estos, explica, afectan directamente "a nuestra microbiota intestinal" y hace que esté "en peores condiciones, que tengamos más inflamación crónica en nuestro organismo y esto afecta a la pérdida de peso". También afecta negativamente "a nuestra salud digestiva, ya que nos pueden producir gases".
De hecho, agrega, "el chicle normalmente, en letra pequeñita, pone que puede tener un efecto laxante y es debido a la cantidad de edulcorante que tiene". Cuando tomamos un solo chicle, no ocurre nada fuera de lo normal porque "nuestro cuerpo está preparado para producir efectos inflamatorios y antiinflamatorios dentro de nuestro organismo, y tiene la capacidad de curarse de ese daño que está ocasionando el chicle".
Sin embargo, y como en el caso de esta clienta, abusamos del consumo de chicles diario, "ahí sí que te pueden hacer daño y causar una inflamación crónica de bajo grado".
Finalmente, la nutricionista ha explicado que el consumo excesivo de este producto se ha llegado a relacionar directamente "con la dificultad de pérdida de peso, ya que si hay inflamación en nuestro organismo, también se genera mayor resistencia a la insulina, lo que lleva a mayor acumulación de grasa en nuestro organismo". También hace que se dificulte la movilización de grasa, lo que hace que podamos tener "más tendencia a acumularla y que cueste mucho más movilizarla y eliminarla".