Unos arqueólogos se adentran en el castillo de Buitrago de Lozoya y encuentran 38 cuerpos: ¿quiénes eran?
Juan José Cano, arqueólogo, cuenta a Expósito lo que encontraron en 2016 en el conocido castillo de la Comunidad de Madrid
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El famoso castillo de Buitrago del Lozoya es un edificio que está asociado a la muralla de la villa y que se construyó en el siglo XV. Un complejo que a lo largo de su historia ha pasado por varias fases, como cuenta en La Linterna Juan José Cano, arqueólogo, y que ha participado en varios descubrimientos en el recinto.
El experto, junto a Expósito, contaba este lunes en COPE que un hallazgo en 2016 les dejó sorprendidos y ha abierto una línea de investigación en el emblemático castillo de la Comunidad de Madrid.
El descubrimiento en Buitrago de Lozoya
En la primavera de 1808, las tropas napoleónicas alcanzan territorio español, y así arrancó la ocupación francesa. Un conflicto en el que la primera derrota en campo abierto del ejército francés tuvo lugar en la famosa Batalla de Bailén. Una derrota que les obligó a abandonar la península por el Norte.
Pero Napoleón no se rindió y en verano volvió a atacar España, librándose la contienda en el puerto de Somosierra en Madrid. Esta vez, el ejército napoleónico salió victorioso y Napoleón se instaló en el castillo de Buitrago del Lozoya. En la fortaleza comenzó a escribir una carta a su hermano José Bonaparte.
“Es el pueblo más importante que hay nada más bajar el puerto, es un pueblo que está amurallado además, entonces lo toman los franceses como una parte de su puesto de mando avanzado”, explica en La Linterna Juan José Cano, arqueólogo. “Sabemos que Napoleón pasa al menos dos noches en Buitrago, incluso ahí hemos descubierto un documento, que hay una carta fechada en Buitrago por Napoleón que escribía su hermano José I, que le había nombrado a Rey de España, contándole precisamente cómo ha sido la batalla de Somosierra”.
Lo que descubrieron en 2016
El ejercito napoleónico pasó tiempo en el castillo y, años más tarde, durante unos trabajos de restauración, el equipo de arqueólogos se lleva una sorpresa: al excavar en la parte este, en los rellenos superiores del castillo, descubren restos humanos.
“Aparecieron 38 cuerpos, 38 individuos no enterrados, sino tirados en las fosas”, desvela Cano en La Linterna. “Unos estaban boca arriba, tenían otro cuerpo encima con los brazos doblados”, añade. Y es que los cuerpos no los habían depositado como se hace un entierro normal, sino que los habían arrojado a una fosa común.
Así, los arqueólogos descubrieron cinco fosas excavadas en los rellenos del derrumbe del castillo. Junto a los restos encontraron más de 130 objetos: gemelos, hebillas de botas, restos de tela y botones, que fueron esenciales para determinar a quién pertenecían los restos.
Quiénes eran los 38
La clave, señala el arqueólogo a Expósito, se la dio “tres botones metálicos que venían con un número 63”. “Estudiando ese tipo de botones, vimos que son los que correspondían a uniformes del ejército napoleónico, y estos uniformes incluye el número del regimiento al que pertenece cada soldado en los botones”.
Para poder obtener datos más precisos, los arqueólogos extrajeron los restos de los 38 soldados de la fosa con sumo cuidado para no dañar el material. “Es un trabajo muy minucioso, usamos herramientas de dentistas, usamos palillitos de madera y tuvimos que eliminar toda la tierra que rodea los cuerpos, pudiendo verlos como estaban 'in situ'”, revela Juan José Cano en COPE.
“Hacemos fotografías, hacemos dibujos, el antropólogo los estudia 'in situ' y se retiran esos huesos para, luego, el antropólogo los vuelve a remontar en su mesa de trabajo y empieza a estudiar un poco las patologías que puede tener el individuo”. Por lo tanto, y después de varias investigaciones, el estudio antropológico fue el que finalmente arrojó luz sobre los restos localizados en el castillo.
“Hicimos el estudio antropológico, se vieron que eran restos humanos de gente joven, entre unos 25 o 28 años, la mayoría de ellos, justo en la edad militar”, concluye. Los cuerpos pertenecían a 38 soldados del ejército de Napoleón que, según los investigadores, podrían haber caído durante la retirada definitiva del ejército francés. “Están todavía en estudio en la Universidad Autónoma, hay varios alumnos que están haciendo incluso alguna tesis doctoral sobre ello”, termina.