Un bombero del Departamento de Los Ángeles explica el incidente de tráfico que afectó a cómo se combatieron los incendios
David Ortiz, portavoz del departamento contra los fuegos de la ciudad californiana, avanza en La Linterna si el viento ayudará o no en las próximas horas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Más de 7.000 efectivos continúan luchando contra el fuego en la ciudad de Los Ángeles, en California, y reconocen que, a pesar de trabajar sin descanso desde hace días, trabajar a contrarreloj no dan abasto, es como una misión imposible. David Ortiz, portavoz del Departamento de Bomberos en Los Ángeles, asegura a Expósito en La Linterna que, “en 24 años de carrera en el municipio” de Los Ángeles, nunca había “visto una destrucción tan masiva, concentrada en una comunidad”.
“No estamos hablando de un área que está aislada, sino esta es la ciudad de Los Ángeles, y una tormenta de carbón quemante que ha caído sobre esta comunidad y que consumió cientos de hogares”, explica. Así, aclara que lo que más preocupa en las próximas horas o en los próximos días es “el clima”, que recientemente se ha templado. “Nos ha dado una oportunidad o una ventana de tiempo para poder entrar y empezar a construir una vía de control alrededor del incendio”.
“Pero este tiempo que tenemos está limitado, ya que la condición de bandera roja continúa y se tiene que hacer en momentos que el viento está cooperando con nosotros”, añade. Así, la semana siguiente se espera “algo similar”.
Los motivos del incendio en Los Ángeles
Respecto a por qué el incendio de California ha sido de tal magnitud, apunta Ortiz que ha sido una situación que las estadísticas “dirían que es imposible” y, sin embargo, “se dio una situación para tener la fórmula perfecta para causar un desastre de esta magnitud”. Son varios los factores que han influido en la capacidad de los bomberos angelinos para poder responder de manera adecuada, como subraya el portavoz. “Tuvimos los recursos necesarios para acudir a una emergencia, a un incendio de maleza como históricamente ocurren en Los Ángeles”.
“Pero este incendio tenía un poder increíble, una potencia con vientos de huracán, vientos de más de 80 millas por hora que impulsaban a estos carbones al aire, y estos carbones cayeron a distancia de una milla, dos millas de distancia y era indispensable la dirección en cual el viento manipulaba estos carbones”, comenta el portavoz de los bomberos.
El incidente de tráfico
Pero es que Ortiz señala que hubo una incidencia de tráfico que afectó a la capacidad de respuesta del departamento. “Una de las unidades que teníamos en la comunidad preparadas para manejar un incendio fueron y acudieron a los incendios que estaban propagándose, pero eran decenas de incendios que estaban ocurriendo la misma vez”, revela a Expósito. Algo que causó que se agotara la cantidad de personal que tenían allí y la región les mandó recursos adicionales para ayudar inmediatamente.
No obstante, “se hizo una aglomeración en una salida de este pueblito que está dentro de la ciudad de Los Ángeles, en el que hay una sola entrada y una sola salida, un embudo”. Y allí había personas que habían abandonado sus vehículos en plena carretera.
“Nuestro departamento de bomberos, nuestros jefes dieron autorización a miembros del equipo pesado con hojas de metal que aportaran su maquinaria para retirar esos vehículos abandonados que estaban cerrados con candado y las llaves retiradas y que básicamente los destruyeran, los quitaran para que las bomberas y el equipo podría entrar a la comunidad para salvar vidas y salvar casas”, explica el portavoz.
Un incidente que les retrasó un par de horas sólo para traer el equipo pesado con hoja de metal para que entrara, retirara y quitara esos carros y pudieran entrar las unidades, las compañías de bomberos a esta comunidad a combatir incendios. “Agregado a eso, ocurrieron incendios de maleza similares y de magnitud similar a través del sur de California”, asegura. Y es que hasta cuatro y cinco incendios grandes ocurriendo dentro de los mismos primeras 24 horas de este evento. “Nosotros no pudiéramos haber producido una pesadilla como la que vimos ocurrir”.