Por qué se contradicen los testimonios a Policía Local y Guardia Civil de las denunciantes del caso Rafa Mir
Pablo Muñoz, periodista de sucesos, explica al director de La Linterna, Ángel Expósito, las posibles razones y causas de estas diferencias
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Parece que últimamente estamos sumidos en una escalada de violencia de todo tipo, pero las que más llaman la atención son las de carácter sexual, y especialmente si en ellas están implicados famosos a los que en muchos casos se les tiene estima por estar allí, en el lugar que ocupan.
El caso más reciente lo tenemos con el futbolista del Valencia, Rafa Mir, alguien que juega en la primera división nacional de un deporte que desde hace ya muchos años es, por mucho, el que reina en nuestro país. Pero este, es, lamentablemente, otro caso que engrosa esta lista en la que ya podemos encontrar a varios deportistas, como, de nuevo, el futbolista, Dani Alves, del Barcelona.
Pero en el caso de Rafa Mir, lo más raro de todo, es, precisamente la contradicción de los testimonios recogidos por la Policía Local de Bétera y los de la Guardia Civil. Y es que la única razón es la que se ha aportado, que las declaraciones se tomaron en distintos momentos, y que las chicas, en el momento tan inmediato en el que se encontraban, debido a los nervios, no pudieron aportar los mismos datos a los agentes municipales que a la Guardia Civil, cuando ya estaban fuera de “peligro”.
Ante los agentes de la Policía Local de Bétera, las relaciones fueron consentidas y el futbolista se paró cuando se lo pidieron, como dijo la más joven. Pero el relato que escucharon los agentes de la Guardia Civil no fue ese, y además, correspondía con los signos de violencia y las lesiones que presentaban. Pero lo más extraño fue que la respuesta de la chica que había cambiado su relato es que en aquel momento no se fiaba de la Policía Local.
Además, es cierto que en el caso, el nombre más sonado ha sido el del futbolista, que fue el que presuntamente agredió sexualmente a la menor, pero la mayor afirmó en todo momento que fue violada por Pablo Lara, el amigo de Rafa que se encontraba también en el chalet.
Aun así, en cualquier caso, lo que está claro es que si las relaciones fueron consentidas o no lo tendrá de decidir un juez. Pero mientras tanto, Rafa Mir como Pablo Lara se encuentran en libertad, con cargos pero libres.
¿Cuál es la situación del caso?
Ahora, los presuntos agresores se encuentran en libertad y deben acudir semanalmente al juzgado, ya que después de estar a disposición judicial por lo ocurrido, ninguna de las partes, ni siquiera las acusaciones pidieron su ingreso en prisión.
Ahora son varios cauces los que están abiertos en la investigación. Por un lado se están analizando los teléfonos de los acusados por posibles grabaciones o mensajes relacionados con la investigación; y por otro lado, el estudio de las diligencias aportadas por la Policía Judicial de la Guardia Civil, donde se encuentran los testimonios de las chicas, el examen médico al que fueron sometidas y el atestado de la Policía Local de Bétera.
Además, se está a la espera de las declaraciones judiciales del tercer invitado a la fiesta, amigos de los presuntos agresores y que los exculpa. También se espera que declaren el vecino que llamó a la policía alarmado por los gritos de las chicas y las vio semidesnudas por la calle y el padre que fue a buscar a una de las chicas.
No obstante, la instrucción no debería prolongarse demasiado debido a que ya se cuenta con las principales pruebas, aunque podría ser necesario recurrir exámenes psicológicos para calibrar la verosimilitud de los testimonios de los implicados.