Luis del Val: "Pienso que Donald Trump ya está a un par de horas de decir Europa nos roba o alguna estupidez semejante"
El periodista reflexiona sobre la soberbia de personajes políticos y otros "seres" que se creen superiores al resto
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El otro día en Toronto, en un partido internacional de básquetbol entre Canadá y Estados Unidos, el público asistente, nada más iniciarse la liturgia de que sonara el himno nacional del equipo visitante, comenzó a silbar. Hay que reconocer que la campaña de antipatía mundial hacia Estados Unidos, emprendida por Donald Trump, está dando sus frutos con enorme rapidez.
No creo que alcance el gran éxito alcanzado por los secesionistas catalanes, que están a punto de lograr que en el resto de España crean que Cataluña solo está compuesta de separatistas y socialistas que se han puesto el traje de criados serviles para cumplir las órdenes de los amos temporales, porque llevan ya muchos años con la tabarra. Pero pienso que Donald Trump ya está a un par de horas de decir Europa nos roba o alguna estupidez semejante.
Me imagino que el embajador mundial y relaciones públicas del tirano de Venezuela, José Luis Rodríguez Zapatero, puede empezar a ser considerado una especie de visionario, porque él fue quien cometió la grosería de sentarse al paso de la bandera de Estados Unidos en un desfile en Madrid.
Así que, antes de cometer el inmenso error de identificar al más fanfarrón de los presidentes estadounidenses con todo el país y sus 335 millones de habitantes, reflexionemos, ya que sería el mismo error que confundir la amada y rica Cataluña con esa tropa de supremacistas que, si has nacido en Cádiz o en Zaragoza, te miran como un miembro del Ku Klux Klan mira a un negro de Luisiana.
Lo de pedir más aportaciones en defensa a los miembros de la OTAN por la mañana y subirles los aranceles por la tarde a esos mismos miembros al 25%, mientras a China se lo deja a un 10% aumento de amigo, es una de esas pruebas de incoherencia nacionalista propia de esos seres superiores, que miran su ombligo y creen que están contemplando una bella y hermosa puesta de sol. Paciencia y barajar, porque la partida solamente ha comenzado y será larga.