Qué relación existe entre que un niño infrinja bullying en el colegio con la actitud de los padres: una psicóloga lo explica

Examinar al detalle el comportamiento de los niños pequeños es fundamental, tanto en caso de que sea el agresor como el que lo sufre

David Nieto Cortés

Publicado el

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Que la salud mental siempre ha sido un asunto de máxima importancia es algo que nadie duda, pero si hay un grupo de la sociedad al que se debe prestar especial atención, ese es el de los niños, que se están formando y educando y deben de estar en un buen ambiente, tanto en cuanto a familiares como en su centro de formación. Pero, desafortunadamente, en este último caso, en muchas ocasiones, no es así.

Sufrir bullying, o acoso escolar o infantil, es algo que afecta mucho a los niños. Ese vacío y aprovecharse de esa persona es algo que se da fruto de la superioridad de los que utilizan y ridiculizan a una persona porque se sienten bien creando esa situación.

Aun así, la situación no es irreversible, puesto que en muchos casos, la familia se convierte en una gran ayuda cuando el afectado lo cuenta. Los padres o tutores del menor hablarán con el centro y este tomará las medidas oportunas. Pero, lamentablemente, las situaciones, no siempre son así, ya que fruto de las amenazas, solo el 10% de los alumnos reconoce acoso hacia él o uno de sus compañeros, y tan solo el 20% reconoce que existen casos en su centro, cifras que en realidad, son mucho mayores.

El bullying

La neuropsicóloga Aurora García Moreno, es consciente de que cada vez es más común durante la educación infantil y ocurre en niños de edades entre 5 y 7 años. “El problema es que muchos padres no son conscientes del sufrimiento. Entre los 4 a 6 años, los niños ya tienen la habilidad cognitiva para sentir empatía hacia sus compañeros y son conscientes del daño que pueden causar al otro”, afirma la experta. Tanto si el acoso es físico, con mordiscos, con empujones, como si es psicológico, va a afectar al niño al desarrollo de su personalidad. “A estas edades se está construyendo la identidad, el autoconcepto y puede afectar a la autoestima”, dice Aurora.

En el caso de los agresores, es muy difícil de detectar y sobre todo de demostrar, aún más cuando no hay lesiones. El agresor es listo, a pesar de su corta edad, sabe cómo hacerlo y cómo hacerlo, pero, aun así, “en estos niños tan pequeños es habitual que se empiece a notar que tienen miedo a asistir al cole, a negarse a leer, escribir por miedo a que se rían de él, cambios en el comportamiento como puede ser enfado, ira, regresiones como hacerse pis de nuevo en la cama”, argumenta la neuropsicóloga.

Niños haciendo bullying

Además, también puede ocurrir que si el niño se va aislando del grupo es porque el acosador suele manipular al resto, incluso por parte de los padres del agresor, porque consideran que la víctima no tiene razón, lo cual es muy común. Por eso, “hay que observar y alertarnos por lo mínimo que nos parezca, porque si no se trata, hay ya estudios que corroboran que a medida que crecen pueden sufrir trastorno por estrés postraumático, depresión y trastornos de ánimo a medida que vayan alcanzando la adultez”, corrobora Aurora.

      
             
      

La prevención

Es una obligación de los centros educativos la aplicación de los correspondientes protocolos, porque garantizan un procedimiento limpio en el que unos instructores designados por la dirección del centro profundizan en la situación que se produce para poder sacar conclusiones. Y es que, la prevención es la mejor y la más valiosa de las herramientas.

Una de las claves, según Aurora, sería que a partir de los 4 y 6 años se trabajara en el aula la prevención del acoso escolar, enseñando a los niños cuáles son sus derechos. Porque la educación en derechos de la infancia permite a los centros educativos a desarrollar herramientas tanto de protección como de participación para que los niños puedan conocer cuáles son sus responsabilidades y cómo puede ser su desarrollo como persona y que no se vea interferido por agresores que les van a dejar huella a lo largo de su vida.