Expósito, a bordo de un cayuco en Senegal, explica los 4 problemas que impulsan la migración en el país
El director de La Linterna cierra un viaje especial al país africano lleno de historias de coraje: "Desde esta mitad del Atlántico la verdad que sobrecoge"
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Literalmente a bordo de un cayuco de los pequeños, aquí cabrían unas 50 personas apiñadas. Si nos situamos estamos en la costa de M'Bour, al sur de Dakar, en Senegal. Entre la capital Dakar y lo que sería Gabón, la desembocadura del río. Si nos colocamos en situación noroeste llegaríamos a Canarias. Esta gente suele meterse algunas millas adentro para no ser detectados, van en paralelo a la costa hacia Mauritania, el Sáhara y luego atraviesan directamente hacia Canarias, donde las corrientes son mucho más complicadas también, pero la distancia es mucho menor.
Senegal se enfrenta a un triple o cuádruple problema: una inestabilidad política, con el jefe de la oposición metido en la cárcel desde hace dos años; una inestabilidad social producto de la pobreza, de la pesca ya no se puede vivir; y una inestabilidad territorial, y es que en el sur hay un territorio también reclama su independencia, con muertos, con enfrentamientos, con el ejército oficial y que se está provocado también un movimiento una masa de población.
Por lo tanto, San Luis, M'Bour, el sur... Salen de todas partes. Es una situación francamente incontenible, una situación que no ha hecho más que empezar y, un dato, se calcula que en 20-25 años se puede duplicar la población. Desde esta mitad del Atlántico la verdad que sobrecoge, da muchísimo miedo mirar hacia allá.