"Son las ocho, las siete en Canarias.
Lo vivido ayer en Alsasua, Navarra, es uno de esos episodios para la vergüenza y la ignominia de la historia reciente de España.
Que representantes de Ciudadanos, PP y de Vox, porque les da la gana, no puedan manifestarse en paz y reciban insultos, escupitajos, pedradas de una panda de perroflautas y batasunos, incluido el asesino que como el 'carnicero de Mondragón', solo puede pasar aquí.
El ministro del Interior, Fernando grande Marlaska, ha estado aquí con Herrera. No merece comentario. Tan solo remarcarlo: es Fernando Grande Marlaska, magistrado, hoy ministro del Interior. Tan inconcebible como su jefe.
Así que creo que conviene recordar quien provocó de verdad, ayer, en Alsasua. Quien parece que tener legitimidad para intimidar y chulearnos a la cara. El tal Jesús María Zabarte, el 'carnicero de Mondragón'.
Esta bestia nació en Mondragón en 1945. Las atrocidades que cometió le hicieron ganarse el alias de 'carnicero'. Ha asesinado a 17 personas. "No me arrepiento", ha manifestado en reiteradas ocasiones".
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A la vez que este monstruo se pavoneaba ayer por Alsasua, el portavoz del PSOE en el senado, Ander gil, soltó esto: “Utilizan cualquier conflicto, y en lugar de plantear una solución, lo que hacen es avivarlo. Y lo están avivando en Alsasua, en una manifestación las tres derechas de la mano. Es una grave responsabilidad avivar los conflictos, no fomentar la convivencia y fomentar, eso sí, la convivencia entre españoles”
¡Qué vergüenza! Pero vuelvo con el asesino.
Este tipo fue uno de los protagonistas de la rendición de ETA el pasado 8 de abril en Bayona. Fue una de las pocas veces en las que se le vio en público tras salir de prisión, donde pasó casi 30 años.
El 'carnicero de Mondragón' era conocido en la Guardia Civil por su crueldad. Como la que hay que tener para perseguir la ambulancia que transportaba a un Policía Nacional al que había herido para rematarlo. Minutos antes, había matado a otros tres policías que desayunaban desarmados en Rentería.
En otra ocasión asesinó a otro agente que, malherido a la salida del tren en Andoáin, intentó esconderse en un matorral. Zabarte lo cogió por el cabello y le asestó un tiro en la nuca.
A lo largo de su vida ha pasado por distintas cárceles a lo largo de su vida, pero su libertad más sonada fue gracias a la Ley de Amnistía.
El 'carnicero de Mondragón' volvió a las filas de ETA. De hecho, se convirtió en el líder del 'comando Donosti', hasta que la Guardia Civil dio con él en 1984.
La detención tuvo lugar en Hernani, al término de un tiroteo. Zabarte fue herido en una pierna, mientras que sus dos compañeros murieron.
Un miembro de los GAR de la Guardia Civil contó los detalles de la operación en un foro del que se hizo eco 'El País'. Según su relato, el 'carnicero' se escondió durante el tiroteo en un zulo que había tras un espejo chino: «No es un gudari, es un cagari», explica el agente, que destaca que el etarra estaba “'cagao' de miedo… físicamente” y con la pistola en la mano, “que del acojono que tenía no la tenía ni montada”.
El guardia subrayó que Zabarte, ese chulo repugnante que ayer miraba con asco a Albert Rivera y a los demás cantó en los interrogatorios hasta la traviata y sin tocarle ni un pelo.
Y concluyó aquel miembro de los GAR: “Un hombre, cuando mata, asume morir. Pero este, cuando vio que también podía caer, se cagó vivo”.
Lo de ayer en Alsasua es un nuevo episodio para la vergüenza. Para la ignominia de la historia reciente de España. Un episodio protagonizado, además, por un etarra, el 'carnicero de Mondragón', cobarde y cagón.