"El Gobierno solo sirve para que Sánchez y tropecientos ministros sigan en la Moncloa y en sus ministerios"
El director de 'La Linterna', hoy desde Cracovia, analiza los decretos que pretendía aprobar en el Congreso el Gobierno y las implicaciones que eso tiene
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Noche cerrada y muy fría aquí, en Cracovia. Estamos en Polonia. Aquí hemos encendido La Linterna a cero grados. Ahora te cuento por qué estamos aquí.
El programa de hoy y sobre todo el programa de mañana son, permíteme, de escucha obligada porque convalidan muchas lecciones de historia y de derechos humanos. Enseguida te lo cuento, pero antes déjame darme un paseo por el Congreso.
Hoy es uno de esos días en los que se demuestra lo importante que es que un gobierno tenga apoyos. Apoyos de verdad, no socios de quinta, para sacar adelante sus planes. En definitiva, lo importante es que un gobierno tenga apoyos para gobernar y no se limite a dejar que pase el tiempo atrincheado en Moncloa, Falcon para arriba, Falcon para abajo.
Hoy se votaban en el Congreso algunos decretos importantes, decretos que además nos afectan o afectarán directamente. El primero de ellos, que se ha votado, se esperaba que no saliera adelante. Era el referente a los impuestos a las empresas energéticas. La idea del gobierno, y lo que le pedían sus socios más a la izquierda, era prorrogar el impuesto a las energéticas, que siguieran pagando.
¿Qué ha pasado? Pues que Junts y el PNV, los socios más de derecha que el capitán Trueno, también tiene Sánchez, aunque los venda como progresistas y reformistas, pues se lo han tumbado tal y como se preveía.
El segundo decreto era lo que viene a llamar el decreto Ómnibus. Un texto con un montón de medidas, muy variopintas, que nada tenían que ver unas con otras.
Aquí se incluían las ayudas al transporte público, la revalorización de las pensiones, las ayudas a los afectados por la Dana, o la extensión de la prohibición de desahucios a familias vulnerables. Un totum revolutum casi casi para imposibilitar votar que no. ¿Qué pretendía el gobierno votando a la vez todo? Pues eso, una especie de chantaje a los socios. ¿Cómo te vas a negar a que se prorroguen las ayudas al transporte? Con lo impopular que puede sonar eso.
Claro, miras para otro lado, te quedas sin que salga, por ejemplo, el tema de los desahucios, te la tragas porque no apareces ante la opinión pública como el responsable de que suba el abono de transportes.
¿Qué es lo que ha pasado? Pues que Junts se ha negado a apoyar el decreto y ha votado en contra. ¿Por qué ha votado Junts en contra? Pues porque dicen que no se fían de Sánchez. Ahora se han dado cuenta. Que Sánchez no está cumpliendo sus promesas, que Puigdemont sigue en Waterloo sin poder venir a España y que no avanzan en sus objetivos. Es más, Junts le ha dicho al gobierno que en lugar de votar todo junto, que lleve las medidas al Congreso de una en una.
¿Consecuencias? Bueno, pues que la prórroga de las ayudas al transporte público, hasta junio, la prohibición de cortes de los suministros básicos a personas vulnerables, la revalorización de las pensiones, las ayudas para los afectados de la Dana y la revalorización del ingreso mínimo vital desaparecen o quedan en manos de las comunidades autónomas.
¿Qué es lo que hemos visto hoy en el Congreso? Bueno, pues que el gobierno no puede gobernar. No tiene presupuestos, por ahora. Sufren derrotas parlamentarias que imposibilitan su acción y para no perder votaciones apenas llevan leyes al Congreso. El Gobierno solo sirve para que Sánchez y tropecientos ministros sigan en la Moncloa y en sus ministerios.
Por cierto, hablando de Sánchez, hoy son noticia Ábalos, el que fuera su mano derecha y más cosas, y su mujer, Begoña Gómez. Tal y como se esperaba, el Congreso ha aprobado el suplicatorio y da vía libre a su imputación en el Tribunal Supremo. Sus señorías han votado puerta cerrada, sin cámaras. El Supremo puede seguir investigando al exministro. Te recuerdo que a Ábalos el juez le atribuye presunta comisión de los delitos de tráfico de influencias, malversación, cohecho. Así que, José, ya no tiene los privilegios de un aforado.
La segunda cuestión, Begoña Gómez. El secretario general de Telefónica, ojo, pedazo de abogado, le ha contado al juez que el empresario Rosauro Varo, otro del círculo porque sí, si reformista, súper yupi divino pero, introdujo a Begoña Gómez en la compañía. Al parecer y según su testimonio, fue Rosauro Varo quien invitó a la empresa a participar en el polémico software para la cátedra de la Universidad Complutense que dirigía Begoña Gómez.
Hay que recordar que Telefónica acabó haciendo el software gratis. ¿Qué quieres que te diga? Ni por el uno, ni por la otra, a mí esto me parece muy ético.