Un barbero de Almería de 19 años abre su primer local pero un fin de semana con los amigos lo cambia todo

Expósito cuenta la historia de Francisco y el episodio que le ocurrió en la sierra almeriense y que marcaría sus objetivos y sus planes de futuro profesional

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Había terminado la pandemia y Francisco Fernández de la Calle tenía 19 años y una carrera prometedora como barbero. Estaba pasando el finde con unos amigos en la Sierra en Almería el día que su vida cambiaría para siempre. Una historia que contaba este miércoles el director de La Linterna, Ángel Expósito, y que subrayaba como una “historia de superación”.

Imagen de archivo de una barbería

Imagen de archivo de una barbería

Y es que 'Francis' dejó sus estudios de bachillerato para centrarse en la peluquería, porque desde pequeñito soñaba con ello y meses después de salir de la academia ganó su primera batalla de barberos a nivel nacional. Estuvo mucho tiempo de autónomo cortando el pelo en su casa y había comenzado una obra en un local de su pueblo, en Balerma, para abrir su propia barbería. Pero, días después, su sueño se vio aplazado, como él mismo cuenta en los micrófonos de COPE.

El accidente de Francis que cambia sus planes de barbero

Ese fin de semana en la Sierra de Almería, en la madrugada del 18 de julio, Francis y sus amigos se dedicaron a encender petardos y el joven barbero cogió el último que quedaba, su colega lo prendió y explotó demasiado pronto. Sin perder la consciencia en ningún momento, y con la mano totalmente ensangrentada y abierta, unos vecinos lo llevaron al ambulatorio.

Una aldea dividida entre Iznájar (Córdoba) y Loja (Granada)

Vista de Ventorros de Balerma, aldea dividida entre Iznájar (Córdoba) y Loja (Granada) / EP

Allí le hicieron un torniquete para que pudiera ir al hospital pero, cuando llegaron, de toda la sangre que había perdido a los médicos les costó mucho estabilizar a Francis. Le operaron de urgencia, aunque no consiguieron salvarle la mano izquierda. Francis era zurdo. “Lo único que me queda es la mitad del pulgar y hasta el meta del índice. Estuve dos días en shock, de no creérmelo, lo que se puede liar en 5 segundos. Pero es lo que hay, le dije a mi madre que me trajese los cuadernillos Rubio y a practicar”, explica a Expósito en La Linterna.

Así, tuvo que aprender a usar su mano derecha, y comenzó un periodo de su vida en el que nunca se rindió ni dejó de lado su sueño de ser barbero.

El regalo de su madre que revivió el sueño de Francis

El gran apoyo que tuvo Francis fue el de su familia, no quería verlos sufrir por él y eso hizo que su sueño de ser barbero no se esfumara sin haberlo intentado. “Da igual, aunque sea aprendiendo a coger sólo a meter la máquina y que sea otro compañero el que corte la zona superior con tijeras. La única solución que veía era coger una máquina y hacer el degradado”.

Fotografía de Francis en la barbería con su guante nuevo / Instagram

Fotografía de Francis en la barbería con su guante nuevo / Instagram

Francis nunca pensó en no poder ser peluquero, a pesar de que tenía todo en contra. Siempre veía la luz al final del túnel y nunca pensaba de forma negativa. Finalmente, y con mucho esfuerzo, consiguió dominar las tijeras con la mano derecha y siguió mirando para delante,y lo hizo gracias a una idea de su madre en forma de regalo.

“Me sacó un patrón y a través de él se creó el guante, con una ranura para meter el peine y, hasta el día de hoy, tendré más de 30 guantes, cada uno de ellos actualizado y con una versión mejorada”, explica el joven en los micrófonos de COPE.

Lo que hace este barbero, además de saltar todos los obstáculos, es engancharse un peine en el guante, levantar el pelo y cortarle las puntas a sus clientes. Por ejemplo, el secador se lo coloca entre el pecho y el codo. “El límite nos lo ponemos nosotros. Es verdad que el hospital me ayudó mucho, ver personas con problemas mucho peores que los míos y saliendo hacia delante”. Con 23 años y después de aquel accidente, Francis sigue pensando en el futuro y en mejorar cada día, como muestra en su cuenta de Instagram. Quiere seguir haciendo mejoras en su guante, aprender nuevas técnicas y tener una barbería más grande.

“Enseño todo, desde tener una base bien adaptada para que saquen su propio estilo, hasta hacer un servicio lo más adaptado al cliente”, concluye.

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