Un comisario de Policía explica qué hacer si crees que en tu edificio hay pisos dedicados a la prostitución
El comisario jefe de la UCRIF Central, Luis Mayandía, ha explicado a Ángel Expósito lo que supone luchar contra las mafias de trata de seres humanos y qué soluciones puede haber
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Mientras cae la tarde en el Caño de Sancti Petri, un canal poco profundo cuya corriente de agua de mar fluye entre las localidades de San Fernando, Chiclana de la Frontera y Puerto Real, al fondo, a pesar del fuerte viento en la zona, se acerca a toda velocidad una lancha. Se trata de una embarcación semirrígida, negra, de potente motor con la posibilidad de llegar a alcanzar velocidades superiores a los 100 kilómetros por hora. Se calcula que en la embarcación viajaban un total de 37 personas, de las que cuatro han fallecido y otras 23 han tenido que ser auxiliadas. Detrás de esta tragedia hay mafias de trata de seres humanos. Redes que mueven mucho dinero y que negocian con la necesidad de los más pobres.
La trata, la esclavitud del siglo XXI
Desgraciadamente, España ha sido, tradicionalmente, un lugar de tránsito y de destino para las víctimas de trata de seres humanos, uno de los negocios más rentables de nuestro país y, sobre todo, destaca todo aquel que tiene que ver con la explotación sexual. Al menos así lo avalan las cifras. Desde 2017, más del 60% de las víctimas rescatadas estaban destinadas a esta finalidad.
La Linterna ha analizado lo que supone luchar contra estas mafias. Luis Mayandía, comisario jefe de la UCRIF Central (Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales), explica en La Linterna por qué es uno de los negocios más rentables: “Porque hay necesidad. África va a duplicar en los próximos 30 años su población. Hay gente muy joven que no tiene salida y por muy mal que estén en Europa, estarán infinitamente mejor que en sus países”.
El comisario advierte que “este negocio está en aumento. Las mafias se aprovechan de la vulnerabilidad de las víctimas y se aprovechan de la desesperación. Poneros en el lugar de quien es capaz de subirse a una embarcación, muchas veces si haber visto la mar en su vida”.
La importancia del trabajo policial
Hace unos años, La Linterna pudo estar dentro de la conocida como 'Operación Rescate'. Ángel Expósito describía cómo se realizó el trabajo policial. Todo empieza en la comisaría de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras, ubicada en la Avenida de los Poblados, cerca del barrio de Aluche. Decenas de Policías escuchan a Luis Mayandía, el comisario de la Brigada.
Después de recibir las instrucciones, Expósito se desplazó hasta el 127 del Paseo de las Delicias, muy cerca de la plaza de Legazpi. En pleno Madrid. Justo en la puerta se ultimaban los detalles para entrar en el edificio. Los pisos estaban divididos por nacionalidades. Había de Colombia, de China, de Ecuador... “Es imposible olvidar el olor de aquel lugar: Una mezcla de perfume barato y desinfectante. Mi sensación era de pena, rabia y asco. Dos de las chicas estaban realmente asustadas. Todavía recuerdo que en cada una de las puertas había una silla, el sitio que suele ocupar la Madame”, describe el director de La Linterna.
En esta macroredada se registraron 100 domicilios dedicados a la Trata y se identificaron a 250 personas localizando a 445 víctimas de trata y prostitución.
Cómo se organizan las mafias
Luis explicaba cómo se forman y se organizan estas redes dedicadas a la trata: “Las mafias se organizan en los países de origen, tránsito y destino. Primero hay una captación, una manipulación y un engaño para que esa persona se traslade. Se les retira el pasaporte, amenazan con llamar a la Policía y van generando una deuda: la deuda del viaje, la del alojamiento...”. Hay que destacar que en sus países de origen no se pueden fiar de la Policía, por lo que les temen.
Las voces de las víctimas de trata
“Mi nombre es María Antonia y estoy muy agradecida con todos ustedes por hacer que mi vida cambiara. Hace cuatro años llegué a España queriendo encontrar mejor calidad de vida, pero no contaba con encontrar personas que nos llevan por un mal camino”. Así leía esta víctima de la Trata la carta que semanas antes había enviado a los agentes del Grupo 8 de la brigada central contra la trata de seres humanos de la Policía Nacional.
Por esa misma situación han pasado miles de mujeres que, engañadas, han pasado todo tipo de situaciones indescriptibles y repugnantes que ningún ser humano debería pasar. Por lo general, casi un 98% de todos los casos, suelen ser mujeres y niñas. Nos encontramos nacionalidades de todo tipo, pero destacan sobre todo aquellas procedentes de Colombia, Venezuela, Rumanía y Nigeria.
Después de ser liberadas, es crucial el papel de las ONG
Luis destacaba la importancia de las ONG para que estas mujeres salgan adelante: “Ponemos en nuestras unidades el foco sobre la víctima. No entramos en un antro de estos que vemos en la carretera, siempre vamos con las ONG que están especializadas. Lo que buscamos es la confianza de esa potencial víctima. Si es cierto que hay personas que se dedican a esto porque quiere, nuestra ley dice que todo aquello que no está prohibido es legal, por lo que no tenemos nada que decir”.
Otro tipo de trata, la explotación laboral
Sofía tiene 22 años y es de Venezuela. Llegó a España con la esperanza de encontrar una vida mejor. No tenía papeles. Sin embargo, a los pocos días, le llegó una oferta de trabajo que le podría ayudar a salir adelante en nuestro país. Al poco tiempo, se dio cuenta de que nada tenía que ver con lo que le habían prometido. Trabajaba explotada durante muchas horas y su trabajo se basaba en cometer estafas telefónicas a cambio de no recibir ni un solo euro.
¿Cómo es la manera de captar a las víctimas como Sofía? El comisario Mayandía explica que se trata de una captación similar a la de víctimas de trata: “Se aprovechan de ese miedo. Se les detecta y se les ve en unas situaciones que pone los pelos de punta. Si nos ponemos en su lugar nos tenemos que echar a llorar. Las mafias se aprovechan de la necesidad y del miedo que les da que llamen a la Policía, cuando nosotros solamente tenemos medios para ayudarlas”.
Sobre si es necesario que se apruebe de una vez por todas una ley integral contra la trata y la prostitución, Luis Mayandía considera que “hace falta y hay que olvidarse de ideologías. Nos tenemos que oír todos, policías, fiscales, jueces, las ONG especializadas, y personas que voluntariamente ejercen la prostitución. Necesitamos una ley integral porque los lupanares se han convertido en pisos que tiene horarios, las mafias los utilizan para ejercer violencia contra estas personas sin que podamos entrar porque tienen la protección constitucional de una morada”.
¿Dónde está la solución de este problema?
El comisario apunta a la necesidad de darles salida desde sus países de origen. No significa que hay que darles dinero, hay que luchar contra lo que origina todo eso, que son las condiciones que les hacen lanzarse al mar”.
Otra de las soluciones pasa por la colaboración ciudadana: “Todo el mundo sabe lo que pasa en su edificio. Necesitamos información de los que viven en los edificios donde saben lo que ocurre. A mí, como padre, me preocupa que en el ascensor de mi casa puedan subir los clientes con mis hijas”.
El comisario jefe de la UCRIF recuerda que hay medios para poner solución a estas situaciones. El medio para ponerse en contacto es el 900 10 50 90, el teléfono de la esperanza gratuito y anónimo. Para la Policía, en estas situaciones, este teléfono es fundamental: “Es un teléfono de responsabilidad. Por cada información que recibimos abrimos una ficha de trabajo. Les doy mi palabra. Cada vez que recibimos algo que pueda afectar a otro cuerpo de seguridad la pasamos. Por favor, pásanos información porque estarán ayudando a muchas personas”, rogaba a los oyentes.
En pleno siglo XXI todavía tenemos que estar hablando de tráfico de seres humanos y de una industria que desgraciadamente mueve muchos millones de euros. Para impedirlo están, entre otros, la UCRIF de la Policía Nacional que lucha para salvar a las víctimas de trata y que trabaja para impedir que las mafias y los clientes sigan campando a sus anchas.