El desconocido éxodo de los 4.000 niños cubanos que huyeron del castrismo: "Eran campos de concentración"
Remberto Pérez, autor de 'Cuando salí de Cuba', ha hablado en 'La Linterna' de su prematura salida de Cuba y de las vicisitudes por las que tuvo que pasar a lo largo de su vida
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Remberto Pérez es un cubano que el 20 de abril de 1967 se vio obligado a dejar su casa. Él solo tenía 14 años, pero la dictadura de Fidel Castro no le dejaba otra opción. La ley cubana impedía en aquel entonces que los jóvenes de entre 15 y 27 años saliesen del país, y los que se quedaban tenían que cumplir por obligación el servicio militar obligatorio durante 3 años.
Remberto era un niño muy apegado a su madre, pero fue ella quien se encargó de darle la noticia de que se tenía que marchar de su país a Madrid, aunque la decisión fue de su padre. Al principio no se estaba dando cuenta de lo que esto iba a suponer en su vida, pero tras la primera noche, cuenta que se vino abajo: “Todas las mañanas mi mamá me llevaba el café a la cama, y aquel día cuando me desperté no había ni café ni madre. Ese fue mi primer llanto”.
La idea de sus padres era que saliese primero el del país, escapar ellos más tarde y acabar reuniéndose todos en Estados Unidos, pero para poder salir de Cuba, primero tenían que comunicarlo en sus trabajos. Remberto explica que “en aquella época, cuando querías salir del país, te despedían del trabajo y te mandaban a unos campos agrícolas que se podrían llamar campos de concentración en los que trabajabas gratis para el Gobierno”.
Un difícil reencuentro
En Madrid pasó dos meses en los que sufrió mucho más de lo que debería cualquier niño de su edad. En los albergues en los que vivía junto a otros niños cubanos en situaciones parecidas a la suya, hubo dos epidemias de tifus que llegaron a cobrarse la vida de algunos de sus compañeros. Remberto llegó incluso a dormir en la misma colcha en la que había fallecido otro de los niños.
Tras estos dos meses recibió una invitación de sus tíos para poder ir a vivir con ellos a Nueva York. Con ellos pasó dos años hasta que sus padres y su hermana consiguieron huir de Cuba. Cuando se reencontró con ellos, estos estaban en una situación realmente crítica. Su madre estaba muy delgada y su padre tuvo que ingresar en el hospital. No tenían casi dinero y el único que estaba en condiciones de trabajar era Remberto, hasta que su padre se recuperó, lo que cambió a mejor la vida de Remberto: “Pude ir a la escuela y eso era otra vida, volví a ser un joven”
El sueño de Remberto era montar un negocio con el que poder ganarse la vida, y por ese motivo comenzó a vender seguros cuando aún era muy joven. Le fue muy bien, y llegó a tener hasta 9 sucursales. Ahora Remberto, con 70 años, cree que “el éxito no es solo para algunos, nos pertenece a todos. No es fácil, pero sí que hay que crear ese sentido de que hay oportunidades”. Ahora, 56 años después, Remberto cuenta su historia en su libro 'Cuando salí de Cuba', en el que cuenta junto a su hermana vivencias con las que se pueden identificar hasta 4.000 familias que tuvieron que huir por culpa del castrismo.