Doctora Carrillo, en 'La Linterna': “En Venezuela nos disparaban mientras tratábamos a pacientes”

Expatriada desde 2013, recuerda cómo tenían que asear a los bebés con agua potable de las tiendas, porque la del grifo era “marrón y con sarna"

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Doctora Carrillo, en 'La Linterna': “En Venezuela nos disparaban mientras tratábamos a pacientes”

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Poco menos de un mes después de la proclamación de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela y de que Estados Unidos, España y otros países de la Unión Europea le hayan reconocido en el cargo, La Linterna de COPE se ha trasladado hasta Cúcuta, junto a la frontera colombiana con Venezuela. Allí, hemos hablado con Sandra Carrillo, médico, víctima política del régimen chavista y que, tras haber salido de su país, abre las puertas a las jóvenes venezolanas que ejercen la prostitución en Cúcuta.

Sandra ha vivido en Caracas desde 2005 a 2013, hasta que la presión del régimen de Chávez le obligó a marcharse. “Desde 2010 comenzó una lucha por el sistema de salud por la que, si no apoyabas las políticas del régimen, te echaban sin jubilación después de 10 o 20 años de carrera” nos narra la doctora Carrillo. Recuerda como, cada vez que había una manifestación en la calle, “varios individuos montados en motocicletas” les disparaban mientras trataban a los pacientes.

El sistema de salud en Venezuela antes de 2010 era suficiente para tratar a pacientes que llegaban de países de la periferia. Hoy, Sandra Carrillo asegura que ve como “menores de 15 años llegan hasta Cúcuta enfermos de sida para prostituirse para enviar dinero de vuelta a Venezuela”. Subraya la médico que sin una buena prevención de salud, “comienzan las enfermedades epidémicas”, incluso incide en que hay un mal manejo de las vacunas y que terminan por ser “inservibles”.

Recuerda desde Cúcuta la doctora como no podían lavar a los pacientes en Caracas, “especialmente a bebés”, a los que tenían que asear con agua potable comprada en los puntos de venta, ya que el agua que salía del grifo era “marrón y con sarna”.