Las dificultades que encuentran los negocios de verano durante el resto del año: "Vivimos justillos"

La temporada turística ha disparado el empleo. Los meses de verano suelen generar unos 500 mil trabajos nuevos. De hecho, los datos del paro de los últimos meses reflejan esta recuperación temporal del mercado laboral: menos desempleados y más ocupados. Por ejemplo, en el mes de julio, se firmaron un 13,54% empleos menos que el mismo mes que el año pasado, pero el paro bajó en casi 11.000 personas. Y todo en buena medida gracias a la temporada estival.

Cuando pensamos en contrataciones de verano pensamos en hoteles, restaurantes, comercios o entretenimiento. Estos sectores son el grueso de la temporada, pero hay otros empleos, también fundamentales, que aprovechan para hacer su agosto (nunca mejor dicho). Este es el caso de Manuel Jesús López, gerente de la empresa 'Bebidas y Snacks Playas de Punta Umbría', que tiene 45 empleados y ha contado en 'La Linterna' que “normalmente dependemos mucho del tiempo, como la mayoría de negocios de la costa. Si en Semana Santa hace buen tiempo, empezamos la temporada ahí, pero la campaña fuerte es en julio y agosto”.

Los empleados de Manuel van vendiendo bebidas con un carrito por la playa, algo para lo que cuenta que “hay que hacer mucho esfuerzo, una nevera con las latas y la nieve para enfriar puede llegar a pesar 90 o 100 kilos”. Afortunadamente, Manuel explica que las ruedas están adaptadas a la arena, por lo que “luego lo compensa la venta, los chavales hacen muy buen trabajo”. Antes de tener la empresa, el propio Manuel recorría las playas con el carrito, y cuenta que “puedes llegar a hacer 10 o 12 kilómetros al día empujando el carro”, y subraya que de momento “el verano va bien, y la gente agradece que esté el carro por la playa. Está siendo una buena temporada, razonable para el tiempo que hemos tenido”.

¿Cómo sobreviven en invierno?

Durante el resto del año, la mayoría de los empleados de esta empresa se van a otro tipo de industrias, principalmente el campo, y la compañía tiene otro tipo de negocios relacionados con la construcción y el servicio para poder mantenerse.

Este también es el caso de Francisco Robles, cuyo negocio se basa en las toallas, sombrillas y hamacas, y que ha contado en 'La Linterna' que “como todos los negocios hay temporadas mejores y peores, pero podemos vivir de ello”. Al igual que en el caso de Manuel, Francisco explica que “la temporada empieza en marzo o abril, aunque en un nivel bastante más bajo que en julio y agosto, que son los meses que nos dan el beneficio”. En el caso de Francisco, que solo tiene un empleado, cuenta que durante el invierno “el empleado va al paro y el autónomo a vivir de lo que pueda, vivimos justitos pero vivimos”.

Otro de los problemas a los que se enfrenta Francisco es que el material cuesta dinero y, según cuenta, “hay bastante vandalismo, a un compañero de nuestra playa esta noche le han quemado la instalación y eso supone dinero porque el material está cada día más caro y el seguro no lo cubre”, algo sobre lo que comenta que “no hay una sola compañía que nos lo asegure porque vale más el seguro que el propio material, así que ahí tenemos un hándicap importante”.