Los secretos que se esconden bajo las salinas milenarias de la Bahía de Cádiz: "Es único"
Rafael Martín Ballesteros, director del Parque Natural de la Bahía de Cádiz, destaca en La Linterna la importancia que tiene cuidar estas zonas abandonadas y su valor histórico
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Bahía de Cádiz es un enclave privilegiado que alberga tesoros culturales y naturales con más de 300 años historias. Allí encontramos las salinas de Santa Teresa. Tras décadas de esfuerzo, muchos voluntarios han conseguido recuperar un lugar único que estaba abandonado. Llegó a ser un vertedero. Ahora se ha recreado una playa de marisma natural donde disfrutar de baños de sal, podemos conocer las marismas a través de un centro de interpretación y por supuesto, saber cómo se ha hecho sal de manera tradicional en esta zona.
El Parque Natural de la Bahía de Cádiz, un tesoro en España
El divulgador científico Jorge Alcalde destaca en La Linterna la importancia que tiene cuidar estas zonas abandonadas como la Bahía de Cádiz: “No somos conscientes de los tesoros naturales que tenemos. Cuando hay tesoros de estas características en la Tierra no es casualidad. En este caso hay los choques de dos fuentes de agua y una diversidad paisajística brutal. Es una zona de paso de aves migratorias, además de estar unido a la presencia del ser humano que ha generado una extracción del pescado y la sal que ha producido un efecto beneficioso en el paisaje que tenemos que recuperar”.
Rafael Martín Ballesteros, director del Parque Natural de la Bahía de Cádiz, resume la importancia medioambiental de esta zona: “Hay que tener en cuenta una singularidad muy importante de este parque. Un humedal de agua salina como este no lo hay en España”.
Buena parte de la riqueza de cualquier entorno natural nace de su orografía. “Lo que más caracteriza el parque son las 140 salinas que ocupan casi 9.000 hectáreas. Son salinas centenarias y milenarias. Las salinas es un pasaje plano que hay que elevarse para ver su inmensidad”, describe su director.
Ángel Expósito confiesa que ha remado por sus canales: “Fue una experiencia única, pero en pocos sitios se combina el medioambiente con la historia”. Y es que la Bahía de Cádiz lleva 3.000 años albergando todas las culturas que ha habido en el Mediterráneo: “¿Debajo de esos fangos qué no habrá de restos arqueológicos?”, se pregunta Rafael.
Además de todo esto, es una zona muy buena para recibir al turismo. ¿Pueden convivir las dos fuentes de riqueza principales: la afluencia del turismo y la preservación de nuestra historia natural? Rafael Martín se enorgullece de que “el comportamiento de la sociedad y de los actores económicos que operan en sus playas es muy positivo y son aliados del mantenimiento del parque y de la riqueza biológica que tienen esas playas”.