CONOCIMIENTO DEL MEDIO EN 'LA LINTERNA'
Los teclados acumulan 400 veces más bacterias que los inodoros
Lecciones de Conocimiento del Medio en ‘La Linterna’ con Jorge Alcalde, director de la revista QUO y Jorge Olcina, catedrático de Geografía de la Universidad de Alicante
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Son pocas las personas que no empleen a diario, o muy a menudo, el teclado de un ordenador: ya sea por motivos de trabajo o por mero ocio el ordenador forma ya parte de la vida cotidiana de millones de personas.
Pero… ¿limpiamos lo suficiente este objeto tan común? Muchos seguramente lo harán a partir de ahora: un estudio realizado en varios hospitales de Australia ha demostrado que en los teclados de los ordenadores se acumulan 400 veces más bacterias que en un váter: “El lugar menos higiénico es el teclado del ordenador”, ha explicado el director de la revista QUO Jorge Alcalde.
Las bacterias que pueden llegar a acomodarse en este dispositivo son de todo tipo: desde estreptococos y estafilococos hasta la temible bacteria E-Coli.
El motivo de que tantos microorganismos habiten en los teclados es sencillo: es un objeto expuesto constantemente al polvo atmosférico y en muchos casos a restos de comida, es más poroso, con más hendiduras… y sobre todo se limpia menos veces que los retretes.
Ante las sorprendentes conclusiones de este informe Alcalde ha recordado la importancia, no sólo de limpiar el teclado de forma regular, sino de desinfectarlo: “no sólo hay que pasar un pañito por encima. Es importante desinfectar los teclados una vez a la semana por lo menos”. Una desinfección que en el caso de los hospitales debe ser diaria.
Y de un estudio en Australia a otro realizado en el Instituto Max Planck de Hamburgo: un grupo de meteorólogos de este centro se ha preguntado qué sucedería si cambiara el sentido de rotación de la Tierra. Y han ofrecido algunas respuestas: por un lado, ha explicado el catedrático de Geografía de la Universidad de Alicante Jorge Olcina, cambiarían los patrones del viento del planeta, “borrascas y anticiclones circularían en sentido contrario, cambiaría la circulación oceánica (…) y también cambiarían las zonas climáticas del planeta: el Sáhara sería más verde y (…) el litoral mediterráneo de España sería el nuevo cantábrico”.
Este cambio, han especulado los científicos, podría producirse tras un gran golpe “un gran meteorito que chocara contra la Tierra y cambiara el sentido de rotación”. Algo que por el momento no está previsto.