La patología en el hígado que tiene más gente de lo que parece y que deriva en cáncer: así puedes detectarla a tiempo

El doctor Cristóbal Morales es endocrino, vocal de la Sociedad Española de Obesidad y explicaba en 'La Linterna' cómo podemos atajarla a tiempo

Imagen de una operación para el trasplante de un hígado.
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Ana Rumí

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Cáncer. Con solo escuchar o leer esa palabra, nos entra un miedo atroz y queremos saberlo todo en aras de protegernos y prevenirlo. No siempre es sencillo, eso está claro, y depende mucho del tipo de cáncer que se presente. 

Cada vez, gracias a Dios, hay más avances en medicina y prevenirlos y tratar los cánceres es una tarea algo más sencilla, pero no debemos confiarnos. Gracias a los diferentes estudios, también los podemos conocer mejor.

Y como cada martes ponemos el foco en la salud en 'La Linterna', hoy te queremos hablar de una patología que podría derivar en cáncer y que te explicamos para prevenirla y atajarla lo antes posible.

Se trata nada más y nada menos que del hígado graso, una enfermedad que sufre entre el 20 y el 25% de la población, eso es mucho. Su avance parece ser cada vez mayor, y dicen los expertos que en unos años podría ser una causa muy fundamental del cáncer. De manera muy elemental consiste en la acumulación de grasa en el hígado, el estilo de vida, la alimentación, la genética, el alcohol. Estos son algunos de los factores que contribuyen a esta patología.

Para explicarla mejor hablamos con el doctor Cristóbal Morales, endocrino y vocal de la Sociedad Española de Obesidad.

Él mismo explicaba que se trata de “una enfermedad del siglo XXI, porque nos enfrentamos realmente cifras escandalosas, cifras que son muy altas asociadas a esta enfermedad metabólica, como es el exceso de peso”.

“Y son cifras que una enfermedad oculta, por eso lo de iluminarla, darle luz, porque sabemos que debemos actuar para prevenir, para actuar, para que esa enfermedad hepática y metabólica o ese hígado graso, esa esteatosis, no siga progresando y siga impactando y retornando negativamente a nuestra salud” apuntaba.

¿Por qué ha incrementado esta enfermedad?

A lo largo de los últimos años, esta patología del hígado graso no ha hecho sino aumentar. Pero, ¿cuál es la razón de todo esto? 

“El incremento es fácil, tú sales a la calle, no te preocupas más, sales a los colegios y te das cuenta de que tenemos genes ahorradores que evolutivamente no hemos sabido a adaptarnos a esta sociedad obesicogénica” comenzaba explicando.

“Dormimos mal, el estrés, lo ultraprocesado, una genética que no nos ha salido a adaptarnos a esta sociedad obesicogénica que hace que vayamos acumulando grasa y acumulando grasa en un sitio donde no debemos acumular, que es dentro del hígado. Ese es el famoso conocido hace mucho tiempo, hígado graso” aseguraba.

Entrada del Hospital Universitario de Navarra.

Eduardo Sanz - Europa Press

Entrada del Hospital Universitario de Navarra.

Aunque le han cambiado el nombre, cuenta que se puede producir una hepatitis y después una fibrosis, y eso hace que empiece a funcionar peor y que evolucione a un estadio de cirrosis o un cáncer. “Se prevé que de aquí al 2040 la primera causa de trasplante hepático pueda ser a causa de esta enfermedad” contaba.

El problema, como el mismo doctor apuntaba, es que se trata de una enfermedad silenciosa.

¿Cómo tratarla a tiempo y diagnosticarla?

Como el doctor explicaba, el diagnóstico es más o menos sencillo. “En junio de este año lanzan un consenso, nos ponemos de acuerdo para hacer, insistir en la importancia de hacer un diagnóstico. Y el diagnóstico sería muy sencillo sabiendo que aquellas personas con obesidad, casi en un 60% puede tener esta enfermedad en estadios iniciales, personas con diabetes tipo 2, personas con bibliotemia, con triglicéridos altos, HDL bajo, personas hipertensas, se recomienda una cinta analítica a medir las trastaminasas, la GOT, la GPT” empezaba explicando.

“Hay un marcador, una fórmula matemática que es sencilla, la llevamos todos en la bioquímica, en la analítica de sangre. Si ese marcador estuviese elevado por encima de 1.3, nos recomiendan este consenso de tres sociedades de que vayamos a una prueba de imagen” explicaba.

Y el diagnóstico iría un poco más allá, con una prueba de imagen. “Una técnica ecográfica muy sencilla, muy rápida, la hacemos en 4 o 5 minutos para medir exactamente cuánta grasa hay en el hígado y si ese hígado es lo más preocupante que vaya evolucionando hacia fibrosis y si también con esta técnica podemos analizarla para poner tratamiento de manera correcta y derivarla al hepatólogo para que se ponga y actúe de manera precoz” se explayaba.

El interior de un hígado humano

El interior de un hígado humano

Además, asegura, hay tratamiento. “Esta enfermedad no empieza cuando llega el paciente a la consulta, en la universidad, en los colegios, en la guardería, en el centro materno, lo importante es actuar de manera precoz, hacer un diagnóstico porque como estilo de vida es importante porque hoy en día sabemos que podemos intentar modificar el curso natural de la enfermedad. Podemos hacerlo y para eso hay que perder la grasa hepática. Estamos teniendo la suerte que tenemos en España de que hacemos ensayos clínicos con una molécula orientada a cambiar, regresar esta progresión natural de esta enfermedad oculta” sentenciaba.

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