La psicóloga García Moreno da la clave para detectar a un victimista: por qué fallan sus relaciones de pareja
La neuropsicóloga ha explicado en 'La Linterna' cuáles son las causas que llevan a una persona a convertirse en victimista y cuáles son los principales problemas que generan
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Araceli está preocupada por su hija. Tiene 20 años y siempre se está quejando por todo, culpa a los demás de todas las cosas que le salen mal y la mayoría de veces se equivoca. El victimismo de la hija de Araceli llegó a un punto en el que la convivencia en casa se volvió insoportable: "Llegó a culparme de suspender la selectividad". Al principio, trataba de hacerla entrar en razón, pero llegó un momento en el que se dio cuenta de que era imposible y dejó de intentarlo.
A Míriam le pasa algo parecido con su hermano, desde pequeños le echaba a ella la culpa de todo. Sus padres solían protegerle y no le regañaban por las cosas que hacía mal. El resultado es que ahora no sabe afrontar sus problemas. Míriam le apoya para intentar sacarlo de esta situación, pero acaba resultando inútil “No acepta ninguna solución que le doy ni ningún consejo”, ha relatado Míriam.
La neuropsicóloga Aurora García Romero ha afirmado en los micrófonos de 'La Linterna' que “el victimismo no es un trastorno, pero que, si persiste en el tiempo, tiene unas características muy parecidas al trastorno paranoide de la personalidad”. Al parecer este rol de víctima que adoptan es algo que les funciona para protegerse ante las situaciones que les causan miedo y ansiedad, además de que evitan la responsabilidad de sus conductas por el miedo al fracaso o a no estar a la altura de unas exigencias.
"Evitan sus problemas en lugar de afrontarlos"
Según la doctora García, el gran problema de esta actitud es que “terminan proyectando la culpa que sienten en otras personas. Esto acaba afectando a todo su entorno más próximo”. Cristina es una persona que tuvo un problema con el victimismo y que afirma que, hasta el momento de ir al psicólogo, “perdí muchos amigos, siempre estaba poniendo excusas. Mis amigos ponían soluciones, pero yo siempre me negaba a aceptarlas”.
Las causas que pueden llevar a una persona a tener este tipo de comportamiento son que son personas muy vulnerables a su entorno, que “no cuentan con las herramientas necesarias para gestionar las incomodidades y los infortunios que nos acontecen día a día, y por ello evitan esas situaciones en lugar de afrontarlas”, ha explicado Aurora García.
Las relaciones de pareja son uno de los puntos en los que más se nota este trastorno. “Las personas que establecen una relación con alguien victimista suele tener un perfil de salvadora, que son muy empáticas y que están convencidos de que pueden ayudarles cuando en realidad lo que van a hacer es sufrir”, afirma García. “Cuando esta otra persona intenta reconfortarles, los victimistas terminan culpando de todo a la pareja y la autoestima de ambos acaba resintiéndose”.
Por suerte, al ser una conducta aprendida, hay terapias para paliar el victimismo “Lo que se trata de hacer es desarraigar estos pensamientos tan negativos que tienen para que aprendan a expresar estos pensamientos que tienen, sobre todo, fomentando la asertividad”.