La ruta de las mafias de trata de personas, desvelada por la Policía Nacional en La Linterna: De Cuba a España
Comenzando en Serbia, los ciudadanos cubanos trataban de quedarse en España o usarlo como puente hacia Estados Unidos
Madrid - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Son muchos los años desde que la policía opera contra las redes de tráfico de personas en España. El director de 'La Linterna', Ángel Expósito, ha puesto sobre la mesa el caso de unos ciudadanos cubanos, que pagaban alrededor de nueve mil euros para poder abandonar su país.
"La cabeza de puente estaba en Serbia, porque allí no se les pide visado de entrada", explicaba. Después, pasaban a Grecia y, finalmente, a España. Es en nuestro país donde, en colaboración con las policías de estos países, se ha liderado el operativo contra esta organización.
62 personas detenidas, 21 en España
El colaborador y columnista del diario ABC, Pablo Muñoz, ha detallado cómo funcionan este tipo de redes. "Solo he encontrado un antecedente en 2007. Esta red cobraba por el viaje, traslados y documentación falsa que necesitaban los inmigrantes". Durante la investigación, se han detenido a 62 personas, de los cuales 25 eran cubanos y 37, pertenecían a la red. De estos últimos, 21 en España.
Las sospechas comienzan con el descubrimiento de los ciudadanos de Cuba con la documentación falsificada. "Comprueban que todos habían entrado tras ponerse en contacto con la misma red de inmigración ilegal", desvelaba. Una vez allí, se simulaba una entrada legal y se les alojaba en la frontera con Macedonia del norte. Tras esto, comenzaban las diferentes rutas, pasando por Bosnia, Grecia, Eslovenia, Italia o España. "Las condiciones de este viaje eran verdaderamente duras", apuntaba.
Recorrer "medio mundo" para escapar de Cuba
La subinspectora de la UCRIF, (Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales), Rebeca, ha profundizado en cómo operaba esta organización. "Han colaborado distintos órganos policiales como Interpol, Europol, cuerpos policiales de Grecia y Serbia y numerosas plantillas policiales españolas", comenzaba.
Aunque lo habitual es que la dirección de este tipo de inmigración sea hacia Estados Unidos, la vía europea existe desde hace varios años,"pero no tan acuciada" como la americana. Sin embargo, con el tiempo ambas han ido en aumento. La razón por la que se elige España como destino es por "la facilidad cultural" y por la presencia de "conocidos y familiares que residían en nuestro país".
Muchos de ellos, para poder llegar a Estados Unidos, emprendían la ruta europea para luego entrar por Nicaragua o México. "Buscaban mejorar su calidad de vida y oportunidades", añadía.
La subinspectora ha confirmado que algunas de las mujeres que participaban en esta red habían sido víctimas de explotación sexual. Durante el trayecto, se le generaban gastos extra, por lo que llegaban a un país desconocido y sin hablar el idioma con una deuda mayor. Un miembro de la organización les derivaban a una red de explotación sexual en Grecia bajo amenazas.
"Todas las rutas pasaban por Serbia"
Al principio, las vías de entrada a Europa era desde Serbia a Moscú. Se intentó que fuese por Bielorrusia y Polonia "pero el trayecto era muy duro y más aún en los meses de invierno". Es por ello que la organización va variando la ruta dependiendo de la "permeabilidad" de las fronteras.
"Todas las rutas pasaban por Serbia, porque allí tenían unas personas que les recogían en el aeropuerto y les indicaban los siguientes casos", explicaba. El resto de cruces eran clandestinos, andando y en maleteros, o usando documentación fraudulenta. "Podían llegar hasta Grecia, cruzando por Macedonia del Norte; o bien hasta España, pasando por Bosnia, Croacia, Eslovenia e Italia".
La policía estima, según su información, los investigados llevan actuando desde 2021, aunque algunos lo hacían de forma previa. Algunos de ellos habían hecho la ruta alguna vez y por eso tenían los contactos en los diferentes países. "Calculamos que más 150 personas podrían ser traficadas al mes sin problemas", indicaba.
La subinspectora concluía aportando que, junto a los nueve mil euros del coste, a veces había más gastos que encarecían el total, como el dinero de las estancias y la comida, además de los documentos retirados.