¿Son los menores de ahora más violentos que los de otras generaciones?
Jose Antonio Luengo, vicepresidente del Consejo General de psicología en España, explica en La Linterna algunos de los motivos del aumento de actos violentos en los menores
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Un niño de 12 años apuñaló el pasado lunes, 16 de octubre a una compañera de clase en el instituto de L´Hospitalet de Llobregat, Barcelona. En ese instante la víctima fue trasladada al hospital. La policía de Cataluña ha abierto diligencias y se han hecho cargo de la instrucción que será entregada a la Dirección General de Atención a la Infancia y Adolescencia para que haga el procedimiento administrativo oportuno.
Un suceso que modifica la vida de los alumnos y del profesorado del centro. Un momento que nos hace darnos cuenta del problema oculto que existe en la sociedad. En los últimos meses han sucedido más casos similares, y todos con un denominador común.
Uno de ellos ha tenido lugar en la localidad mallorquina de Alaró, donde un estudiante de 13 años obliga a otro a besarle los pies para después propinarle varias patadas en la cabeza. El agresor ha sido expulsado del centro y los familiares han presentado denuncia ante la Guardia Civil.
Hace poco, en un instituto madrileño, una niña de 12 años también fue agredida por una compañera, mientras el resto de los estudiantes grababan y observaban la escena. También en Jerez, un chico de 14 años apuñaló a varios profesores y alumnos en el colegio. Fue detenido por la Policía en el interior del centro, cuando aún llevaba los dos cuchillos.
Las agresiones ya no se limitan a insultos o golpes, ahora cada vez son más comunes las armas blancas. Esto hace que tanto compañeros como familias no tengan claro de que el colegio sea un lugar seguro.
Marina también sufre el bullying que ha acompañado a su hijo de diez años desde que empezó la primaria. En el caso de este pequeño, el colegio abrió un protocolo de acoso escolar, pero lo cerró por falta de pruebas. Como muchos otros, la impunidad de los agresores deja en la indefensión absoluta a la familia y a la víctima.
Apuñalamientos, agresiones sexuales, bullying, peleas entre compañeros que se hacen virales, son algunos de los ejemplos que muestran cómo en España está aumentando la violencia entre los más jóvenes. Pero, ¿por qué estamos viendo tantos casos en los últimos meses? ¿Cuáles son los motivos por los que esto ocurre? ¿Qué podemos hacer nosotros como sociedad para poder arreglarlo?
Los datos no son nada buenos
La realidad es que los datos no son nada buenos. En Madrid, según los datos de la memoria anual de la fiscalía, hasta 34 menores de edad fueron acusados en 2022 de participar en un homicidio. Se trata de un 47% si lo comparamos con el año anterior. El ministerio público también destaca hasta 157 agresiones sexuales, un incremento del 82%. Las previsiones no son nada buenas.
El consumo de drogas entre los menores ha aumentado
Drogas como el hachís o la marihuana han aumentado muchísimo después del confinamiento. Además, ligado a ese consumo, también está el tráfico. Chicos en su mayoría que cada vez protagonizan más denuncias y atestados, sobre todo los relacionados con el tráfico de este tipo de sustancias.
Las cifras también indican un aumento de los delitos cometidos por menores de 11, 12 y 13 años que no son penalmente responsables. Por ese motivo, desde la fiscalía intentan promover medidas para reducir cuanto antes este tipo de hechos.
Según datos de Unicef, 130 millones de estudiantes de todo el mundo entre las edades de 13 y 15 años han experimentado casos de acoso escolar. La infancia de muchos niños quedan marcadas por el trato recibido, la educación y las experiencias vividas. El fallo está en que muchas veces la sociedad no da la suficiente importancia a la violencia que muchos adolescentes sufren.
Catalina Perazzo, directora de Incidencia Social y Política de Save the Children, contaba que actuar rápido cuando vemos algún caso de violencia es importante, pero que también lo es el hecho de concienciarnos de que existe un problema cada vez más presente en nuestro día a día.
La violencia sexual afecta de forma significativa en los jóvenes
Uno de cada ocho jóvenes declara haber sufrido abuso sexual. Frente a este tipo de agresiones, desde Save the Children insisten en hacer frente a la violencia impulsando proyectos como el modelo Barnahus, "se sitúan bajo un mismo techo los profesionales que tienen que intervenir en un procedimiento de abuso sexual a un niño o una niña y entonces, el niño se coloca en el centro de la intervención".
Otras ONGs como Aldeas Infantiles, a través del proyecto Infancia Segura, ha llevado a cabo formaciones y acciones de sensibilización con los más jóvenes. La coordinadora del proyecto es Concha Maldonado y explicaba que el objetivo que se persigue con este proyecto que cuenta con la participación de centenares de jóvenes es "prevenir como identificar de forma temprana la violencia".
Las redes sociales o el teléfono móvil está ayudando a fomentar la violencia entre los menores de nuestra sociedad, "es un tema que amplifica la situación", decía Concha.
Los actos violentos se producen en entornos de intimidad
Este tipo de violencia que sufren los niños, niñas y adolescentes suelen permanecer invisibles al producirse en entornos de intimidad. También influyen los miedos y obstáculos que encuentran las víctimas para denunciar. Según datos del Ministerio del Interior, se presentaron más de 35.000 denuncias que tenían como víctima a un niño, niña o adolescente. Lo más preocupante es la tendencia en un delito concreto.
De todas esas denuncias, cerca de seis mil están relacionadas con delitos contra la libertad sexual, que suponen el 50% de las denuncias a nivel nacional, la mayoría contra niñas. Unos datos que tienen que frenarse desde la concienciación y la educación de los más jóvenes.
¿Por qué estamos viendo un incremento de violencia entre menores en los últimos años?
Bullying, suicidios, violaciones son algunos de los problemas con el que se están enfrentando los especialistas. José Antonio Luengo, vicepresidente del Consejo General de psicología en España, explicaba "que la soledad acaba generando anomalías significativas en los comportamientos, todo lo tenemos a golpe de clic, lo que nos dicen nuestros niños y adolescentes es que acceden a contenidos de redes inadecuados. El acceso a la pornografía es uno de ellos, está teniendo una repercusión fundamental".
Estamos viendo lo importante que es la salud mental, y es que "en la víctima provoca un agujero en el alma. Para personas que ejercen la violencia es buscar una excusa", decía José Antonio.
Uno de los motivos principales es la pérdida de autoridad o la falta de respeto a los mayores o a las figuras como la del profesor, "no podemos quitar la capacidad para tomar decisiones razonada cuando las cosas no se están haciendo bien. Con mucha frecuencia, en lugar de ponernos en el del docente, nos ponemos en una posición defensiva que no está ayudando en nada".