Actualidad Religiosa de la Semana: "No son privilegios, es un reconocimiento del bien de la acción eclesial"
José Luis Restán analiza las noticias más importantes de los últimos siete días en torno a la Iglesia Católica
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La actualidad de la Iglesia pasa por múltiples frentes podríamos decir, pero hay uno de ellos que nos remite directamente a un personaje importante también para esta casa. Es el presidente de COPE y vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal, Fernando Giménez Barriocanal.
Giménez Barriocanal ha hablado precisamente de los supuestos privilegios que tiene la Iglesia y ha plasmando negro sobre blanco, con claridad, cuál es la realidad de la Iglesia en relación a esos supuestos beneficios. Lo ha hecho en un almuerzo en el club siglo 21, por dónde van pasando personalidades relevantes de la vida social política y cultural.
Esta semana ha habido, a cuenta de la visita de la vicepresidenta Carmen Calvo al Vaticano, reacciones sobre si habría que reformar estos aspectos. La verdad es que la intervención de Fernando Giménez en el club siglo 21 ha sido clarificadora sobre cada uno de estos puntos. Sobre todo, en referencia a la cuestión del tratamiento fiscal que tiene la Iglesia. Hay que decir que es un tratamiento exactamente igual al que tienen las fundaciones, organizaciones no gubernamentales y otros partidos políticos y otras entidades que se supone, y que el Estado así lo reconoce, que realizan un servicio al bien común de la sociedad y que en función de eso gozan de sus beneficios fiscales.
Eso se puede cambiar, por supuesto. El Parlamento es soberano para cambiar todo eso. Ahora, si se cambia, no será solo para la Iglesia Católica, será para todos porque parece que algunos piensan que esto es un privilegio. No, es un tratamiento, es un reconocimiento del bien de la acción eclesial.
Respecto a la cuestión de la asignación tributaria,hay que decir que se ha pactado fundamentalmente con gobiernos socialistas. Es una cosa curiosa, ¿no? Es una modalidad a través de la cual, los ciudadanos de una manera completamente libre y transparente deciden que una parte de sus impuestos vaya sostener la acción de la Iglesia Católica. Luego, está este sainete de las inmatriculaciones, cuando la Iglesia no ha realizado nada ilegal. Lo que ha hecho es, a través de los mecanismos legales, dejar claro que la catedral que desde hace siglos no son otra cosa más que la sede del obispo y el lugar en el que la comunidad cristiana celebra la Eucaristía y hace su vida pues que son de la Iglesia. Y que sean de la Iglesia no significa que no tengan una dimensión pública y no estén abiertas a todos. Lo han estado siempre y lo siguen estando.