Correas: “En estos tiempos raros en política, parece que no hay moción sin emoción”
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Como ocurrió en Murcia, el éxito o fracaso dependen de la capacidad de cohesión de Ciudadanos. De mantener la disciplina de voto. En un partido en plena crisis, esa cohesión está sujeta por un hilo de seda y en Murcia se partió en menos de 24 horas provocando el fracaso la moción de censura. Es precisamente este antecedente el que no permite un sueño tranquilo en Castilla y León en la víspera de que se vote mañana lunes.
INCERTIDUMBRE HASTA EL LUNES
Con esta esperanza el PSOE ha seguido abonando el terreno para que algún diputado más de Ciudadanos abandone la disciplina de voto para entregarles el poder. Por lo pronto, solo una procuradora (por Salamanca) ha dejado el partido naranja, mantiene su acta, pero no ha desvelado qué va a a votar.
LAS CUENTAS ANTE LA MOCIÓN
Muy en resumen, para salir adelante, la moción necesita 41 votos y tiene garantizados 37, los del PSOE y 2 de Podemos. Podrían sumarse a esa moción, dos partidos independientes de León y de Ávila con lo que, en total, serían 39 votos. Es muy probable que la diputada que ha abandonado Ciudadanos, vote también a favor de esa moción, con lo que serían 40. Es decir, sigue faltando uno para desbancar al PP.
Con que sólo uno de los diputados cambie de opinión ya tendríamos el lío montado.
LAS REDES SOCIALES COMO ALTAVOZ
Por el momento, estos diputados naranjas se han limitado a guardar silencio mediático. Este sábado, tan solo han hablado en redes sociales para decir que mantienen la disciplina y que votarán en contra de la moción.
No se trata de poner en duda lo que dicen, pero viendo los antecedentes de los últimos días en Murcia, aquí nadie está tranquilo. Ni los que presentan la moción, ni los que la rechazan. Si el vuelco en Castilla y León puede depender de un solo voto, se va a mantener el redoble de tambor hasta el final.
LA TRANQUILIDAD DE FERNÁNDEZ MAÑUECO
El presidente de Castilla y León si que ha hablado en este tenso compás de espera. Fernández Mañueco dice estar muy tranquilo. Le pide a Pedro Sánchez que deje de agitar el avispero, o en este, caso sería mejor pedirle a Sánchez que deje de menear el naranjo en Castilla y León esperando que alguna de las naranjas caiga en la cesta del PSOE.
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