Antonio Herraiz: "Los mossos siguen sin herramientas legales y sin apoyo político para combatir la violencia"
- 3 MIN
Los Mossos d'Escuadra se preparan para una nueva noche de disturbios en Cataluña. Las imágenes de destrozos y saqueos se vienen repitiendo durante las últimas seis noches en Barcelona y están poniendo en jaque a los agentes de la policía autonómica. ¿Los motivos? La falta de herramientas legales para hacer frente a los violentos y la falta de apoyo político de los dirigentes de la Generalitat y del ala de Podemos en el Gobierno.
No es habitual escuchar a un mosso que participa directamente de los operativos. Los antidisturbios no cuentan con los permisos para explicar su trabajo contra los radicales. Su voz se reduce a los mensajes que lanzan los representantes sindicales. Por eso, es importante el sonido que vas a escuchar ahora. Se llama María Antonia y su hijo es Mosso de Escuadra. Cada noche, espera el mensaje de móvil o la llamada de su hijo y esa impás se hace interminable. Así ha contado: “Que cada día tu hijo se va a la guerra, no va a trabajar. Va a la guerra. ¿Vendrá lisiado no vendrá lisiado? ¿Le hará daño a un manifestante y lo suspenderán de empleo y sueldo? ¿Lo juzgarán por su trabajo? Yo es que no sé cómo explicárselo señor Herrera, pero lo que se vive en casa de un mosso no se lo deseo a nadie”.
Los Mossos, los antidisturbios no van a trabajar. Van a la guerra. Esta es la realidad que se está viviendo en las calles de Barcelona. Sería bueno que este mensaje lo escucharan en bucle los dirigentes separatistas, los ministros de Podemos y también el propio Pedro Sánchez, que lo ha reducido todo a una declaración el viernes condenando la violencia y nada más porque mantiene en Moncloa al vicepresidente Pablo Iglesias.
¿Qué va a pasar a partir de ahora? Los radicales son impredecibles, por eso es importante analizar lo que ha ocurrido en ocasiones anteriores. Podemos mirar al año 2014. El desalojo de una casa okupa en el barrio de Sants, un edificio que llamaban Can Vies, provocó 5 noches de duros incidentes en Barcelona. La sentencia contra el intento de golpe separatista en 2019 fue la excusa de los violentos durante 6 noches. Y es la previsión que manejan ahora mismo los operativos policiales. Con esos antecedentes, se espera que la violencia baje de intensidad y termine desapareciendo en breve.
Por lo demás, hoy miramos Italia. Todos recordamos cómo fue el primer gran confinamiento en España. Aquel 13 de marzo. Estamos a punto de cumplir un año y hoy miramos a Italia porque allí fueron por delante. El 22 de febrero de 2020, Italia tuvo que confinar 11 municipios de Lombardía y Venetto ante el avance imparable del coronavirus. Tres días después se ampliaron las medidas restrictivas a Milán y otras provincias del norte. Y el 9 de marzo toda Italia quedó aislada. Lo recuerda bien Pilar Viezma que es una española que vive en Milán: “De la noche a la mañana se cancelaron todas las clases, de repente todos teletrabajando desde casa. Salías a la calle y parecía que alguien te iba a pegar algo y con mucha desconfianza”.
Esto en Italia y a pesar de las advertencias de las autoridades sanitarias mundiales, en España preferimos no darnos por enterados. Había que salvar el 8M y el primer golpe de la pandemia fue brutal.