Antonio Herraiz: "Sánchez es responsable de que desde el Gobierno se justifique la violencia"
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Ya te hemos contado la historia de Magalí, que tiene una administración de Lotería en el entorno de la Puerta del Sol de Madrid. Esta mañana se han encontrado la puerta de su negocio arrancada. Te hemos contado también que la moto del hijo de Luis, que estaba aparcada en los aledaños de Plaza Cataluña ardió en plenos disturbios. Como tantos vehículos que había en la zona. La moto ha quedado inservible. Hemos visto contenedores quemados, papeleras arrancadas, comercios saqueados. Esta es la huella que dejan los violentos en una manifestación en la que pedían la liberación del rapero Pablo Hasél. Viendo la evolución de los acontecimientos, de los apoyos que este delincuentes está teniendo desde el propio Gobierno conviene recordar quién es.
En realidad lo de Pablo Hasél es nombre artístico, porque este joven de Lérida se llama Pablo Rivadulla. Y no, no está en la cárcel por cantar, ni por publicar tweets. Acumula cuatro condenas y eso le ha llevado a prisión. Está condenado por delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona vertidas en canciones y mensajes de Twitter.
Y tenemos una última hora que nos acaba de llegar de la Audiencia de Lérida. Hasél estaba pendiente de sentencia firme por agredir a un hombre que declaró como testigo en un juicio. A Hasél no le gustó lo que había declarado y le agredió. Estos son los que hablan de libertad de expresión. Pues ahora, la Audiencia de Lérida acaba de confirmar otra condena de dos años y medio para este rapero por amenazar al testigo en un juicio contra unos guardias urbanos de Lérida. Esta pena de dos años y medio podría sumarse a los 9 meses de cárcel que está cumpliendo ahora mismo por enaltecimiento del terrorismo y hay una sentencia por la que está pendiente también de confirmación Pablo Hasél porque está investigado por el intento de asalto a la Subdelegación del Gobierno de Lérida en 2018 durante una protesta por el arresto de Puigdemont en Alemania.
Este es Pablo Hasél y no es precisamente un ejemplo de libertad de expresión. No debería serlo para el Gobierno, especialmente para el PSOE, un partido que ha sido el centro de sus letras con frases como ¡Merece que explote el coche de Patxi López!" o "Que alguien clave un piolet en la cabeza de José Bono". Y estos dos ejemplos son la prueba de que no es importante que desde Podemos no lo condenen o que incluso que alienten las protestas que deriva en violencia. Sánchez sigue manteniendo en Moncloa a un partido que avala que se revienten cajeros, escaparates y negocios especialmente cuyos propietarios lo están pasando especialmente mal por la pandemia. Lo que les faltaba.
De la pandemia, cuando vemos que los datos de la evolución de la curva siguen confirmando un descenso, lo importante ahora es reforzar el proceso de vacunación. ¿En qué punto nos encontramos? Desde que empezó la administración del combinado el pasado 27 de diciembre, se han puesto cada día en nuestro país 50mil dosis. Para alcanzar en septiembre el objetivo del 70% de la población vacunada en septiembre, los expertos creen que serían necesarias 230mil inyecciones diarias. Por Herrera en COPE ha pasado hoy María Neira, directora del departamento de Salud Pública de la OMS: “Es factible, además hay que pensárselo así, hay que tener ese objetivo, hay que ni siquiera aceptar otra escena, hay que luchar por eso”.
Conviene acelerar el proceso de vacunación y unificar también los criterios para no encontrar 17 modelos diferentes. Lo vimos con las restricciones y se vuelve a repetir ahora.