Área 51: así es por dentro y qué cuentan las personas que allí trabajan

Si hay un lugar secreto, a pesar de que todos sabemos de su existencia, es el ÁREA 51. En mitad del desierto de Nevada, a 133 kilómetros al norte de Las Vegas, se encuentra este campo de pruebas, de una extensión de varios miles de kilómetros cuadrados.

Durante décadas, solo unos pocos sabían que existía este lugar y fue en 2013, cuando el gobierno estadounidense desclasificó documentos que confirmaban que el Área 51 existe. Esa es la confirmación oficial, mientras que durante años se han extendido teorías de todo tipo sobre la relación de este lugar con la investigación sobre la vida extraterrestre. Se cree que allí trabajan unas 1.500 personas, aunque el hermetismo en torno a esta base militar sigue siendo total.

El escritor e investigador apasionado del misterio, Javier Sierra, ha pasado este lunes por los micrófonos de ‘La Noche de Adolfo Arjona’, para hablar sobre los enigmas del Área 51. Sierra ha explicado que “oficialmente, el Área 51 es un área restringida donde se trabaja en el desarrollo de nuevas tecnologías aeronáuticas para el Departamento de Defensa de Estados Unidos. Pero es solo la 51ª zona reservada de esa región de Nevada. Hay otras 50 áreas reservadas en ese lugar que tiene cada una, una historia. Hay aeropuertos, hay zonas de combustible y numerosas zonas de experimentación”.

Así son las instalaciones del Área 51

Javier Sierra asegura que se sabe poco sobre el tema, pero “junto a un lago salado, el Lago Groom, se han instalado rampas de aterrizaje y de despegue de aeronaves que se pueden apreciar en las fotografías de los satélites, aunque suelen estar pixeladas por confidencialidad. Se sabe también que hay un amplio desarrollo de instalaciones subterráneas. Casi todo se encuentra bajo tierra para dificultar cualquier tipo de espionaje de potencias enemigas”.

“Hemos oído hablar de estos trabajadores y sobre todo gracias al avistamiento de OVNIS. En 1989, un trabajador dio varias entrevistas a medios locales contando que trabajaba para unas instalaciones secretas del ejército que nadie conocía. Y contaba que a él le recogían todos los días para ir a trabajar en un autobús sin ningún tipo de emblema ni indicación y lo llevaban hasta un aeropuerto y lo embarcaban en un avión sin distintivos ni matrícula y ese avión le trasladaba al interior del Área 51, donde desarrollaba su jornada laboral como ingeniero. Hacía retroingeniería a partir de unos aeroplanos extraños que parecían de otro planeta. Nadie le creyó en el año 89. En 2013 el propio gobierno de Estados Unidos reconoció que el Área 51 existe”, ha precisado Javier Sierra.

Los trabajadores del Área 51 firman un contrato de confidencialidad

En 1947, un disco volante se estrelló a unos 75 kilómetros de Roswell, Nuevo México. “Se cuenta que los restos de ese disco se trasladaron a la base de Roswell. Después de hacer pruebas, las fuentes oficiales confirmaron que lo que había caído era un globo meteorológico y que lo habían confundido por error con un platillo volante. En los 80, varios militares que participaron en esa recogida aseguraron que lo que habían recogido no era de este mundo”.

¿Se puede visitar el Área 51?

El escritor Javier Sierra ha añadido que “podemos acercarnos hasta un bar de carretera, que es el lugar donde se reúnen los aficionados al panorama extraterrestre desde los años 80. Y también podemos acercarnos a las vallas perimetrales del Área 51 donde unos carteles intimidatorios avisan de que puede ser utilizada la fuerza letal contra nosotros al entrar en esa zona restringida”.

Cómo es el Área 51 por dentro

Dentro, el terreno es “vastísimo”, del tamaño del Principado de Asturias. Dentro de esa zona restringida, en mitad del desierto, hay numerosos sensores perimetrales que detectan el movimiento de cualquier vehículo y que en ese caso activan todas las alarmas para que los responsables de seguridad acudan hasta el lugar y realizarán la detención correspondiente. “Pueden detenerte, ponerte una multa, incluso hasta devolverte a tu país de origen en un avión de vuelta a casa”, ha explicado Javier Sierra.

En su interior hay una carretera con el nombre “Autopista Extraterrestre”, que como ha concretado Javier Sierra, fue algo que impulsó el gobierno de Nevada.