La historia del cirujano plástico infantil que ha operado a más de 10.000 niños
El doctor Juan Carlos López está especializado en tratar a niños quemados y también realiza amputaciones.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Una trastada del hermano mayor que acaba con el pequeño abrasado por el agua caliente en la bañera, una chispa que sale de la chimenea y que prende la cuna de un bebé, un despiste que provoca que un niño acabe con las manos en carne viva por el calor del horno, o unos padres que, como castigo, introducen a su bebé en agua ardiendo. Algunos son accidentes, otros no. Son historias que ha conocido en sus más de 30 años de profesión el doctor Juan Carlos López, jefe de la Unidad de Cirugía Plástica Infantil del Hospital de la Paz de Madrid. “Un niño de 550 gramos de peso es el más pequeño que he operado en mi vida”, le contaba a Adolfo Arjona en 'La Noche de COPE'. “Nos resulta difícil que el aparato con el que extraemos las tiras de piel con las que regeneramos la zona de piel quemadas son de un solo formato, no existen pediátricos y el aparato es más grande y pesa más que un recién nacido, aunque le hemos cogido el tranquillo”, añadía.
“Los recién nacidos suelen tener malformaciones congénitas que es lo que les hace perder la piel”, explica el doctor. “Ya no vemos quemaduras en los labios como en mis primeros años cuando, al llevarse a la boca el enchufe de una lámpara, los niños venían con medio labio quemado”, asegura el doctor López sobre la reducción de accidentes domésticos, dada la mayor seguridad, por ejemplo, de los electrodomésticos.
Juan Carlos López no solo está especializado en tratar a niños quemados, también realiza amputaciones: “En mi vida he amputado cuatro veces las cuatro extremidades de un ser humano y la primera vez que lo hice, fue sobre todo empujado por la familia, otras veces no sabía si estaba haciendo lo correcto... se establecen unos problemas éticos, pero después comprobé la excelente calidad de vida que conseguían estos pacientes a largo plazo, me convencí de que un niño de trece años con las cuatro extremidades amputadas puede ser padre de familia, casarse, tener una empresa, conducir su propio coche y ser completamente autónomo”.